El diario austríaco Wiener ha advertido que las elecciones catalanas del 14 de febrero vuelven a ser un plebiscito sobre la independencia, porque las formaciones soberanistas han conseguido imponer nuevamente este relato de campaña. Advierte, sin embargo, que una participación muy baja reduciría el carácter plebiscitario de los comicios.

"Este jueves por la noche ha empezado oficialmente la campaña electoral en Catalunya para los comicios del 14 de febrero. Las elecciones serán decisivas para el futuro de España y de la región conflictiva por su lucha independentista. Los dos partidos independentistas que gobiernan en coalición, ERC y Junts, han vuelto a convertir la votación en un plebiscito sobre la secesión de España", indica.

"Los expertos temen una participación electoral históricamente baja. Y eso es el temor de los partidos. Una participación muy baja diluiría el resultado de los comicios desde un punto de vista plebiscitario", avisa.

El diario apunta que las elecciones son muy "controvertidas" porque se tendrán que celebrar en plena pandemia por decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), y que hay representantes de la sociedad civil, como el presidente del Col·legi de Metges, Jaume Padrós, que reclamaban un aplazamiento, como el que decidieron la mayoría de partidos excepto el PSC apuntándolas al 30 de mayo.

Según el Wiener Zeitung, el Govern catalán lo tiene todo preparado para que las elecciones catalanas sean seguras, con decisiones como el reparto por horarios de los electores, y el voto entre las 19 horas y las 20 horas para las personas que sean positivas de Covid o estén en cuarentena.

El diario añade que existe mucha sensibilidad en la sociedad por las medidas que se dictan, a causa de las restricciones, y que eso se ha acabado interfiriendo en la campaña. "El anuncio el miércoles del presidente interino (sic) Pere Aragonès de que se levantarían las restricciones de movimiento para los que quisieran acudir a los mítines electorales fue recibida con una gran incomprensión. Aragonès se justificó y se disculpó diciendo que era un derecho fundamental que su gobierno no puede prohibir. No obstante, todos los partidos han anunciado que mayoritariamente se abstendrán de celebrar grandes actos y realizarán la campaña de forma virtual", ha apuntado.