El Ayuntamiento de Castelló de la Plana ha iniciado esta semana los trabajos para retirar el monumento franquista del parque Ribalta y trasladarlo a una iglesia. Se trata de una enorme cruz de piedra llamada Cruz de los Caídos, erigida el año 1949 en honor a 'los caídos por Dios y por España', pero que después de la muerte del dictador Francisco Franco se intentó resignificar, dedicándola a "todas las víctimas de la violencia", tal como aparece en la placa. La polémica, generada ahora hace unos cuatro años, acabó en los tribunales, los cuales acabaron dándole la razón al consistorio. Con todo, la pelea ha perdurado hasta esta semana, cuando un juez desestimó la petición de medidas cautelarísimas hecha por la Asociación Española de Abogados Cristianos. Por su parte, el gobierno municipal ha celebrado el inicio de los trabajos y el espacio que quedará liberado en el parque para otros proyectos.

Según los medios locales, los miembros del partido Compromís han vivido momentos de tensión este miércoles en el momento en que se han desplazado hasta el parque a visitar las obras. Antes de llegar, se han encontrado con un grupo de personas que los esperaban —algunos llevando símbolos fascistas y españolistas— que los han abucheado.

La cruz irá a la Iglesia

Una vez retirada, la cruz será trasladada a la iglesia de Santo Tomás de Villanueva. La iglesia valenciana se manifestó hace un tiempo con respecto a la ley de memoria histórica, a la cual se han acogido desde el consistorio de Castellón para justificar la retirada del monumento. "Si alguna parroquia mantiene setenta años después cruces con los nombres de los vecinos caídos en la Guerra Civil, estos elementos están fuera de nuestra responsabilidad. La instalación de estas cruces fue producto de una instrucción estatal del régimen, no de la iglesia. Quienes los pusieron que los quiten si quieren", declaró en su momento un portavoz.