“Que te sirva lo aparente del indicio para lo no aparente”
Solón de Atenas
No tenía yo edad aun de entrar al cole, pero veía pasar a los niños por la acera con sus batas blancas y su cartera y los envidiaba con todas mis pequeñas ansias. Así que viendo mi absoluta vocación, mi ama me hizo una batita blanca con las iniciales E.B.U. en cruceta roja y me compró una cartera, la cartilla Amiguitos, y el cuaderno de caligrafía número 0 de Rubio y así comencé a trazar letras uniendo los puntos que las formaban hasta hacerme con ellas y ellas conmigo para siempre. Todo comenzó con un dedo apuntando letras y con unas líneas de puntos que contenían la más valiosa enseñanza que nunca tuve.
Unir la línea de puntos como forma de llegar al conocimiento, ahí es donde enlazo con el tema más grave de los últimos tiempos, que no es otro que el procesamiento del jefe de todos los que acusan a ciudadanos. Les invito a unir conmigo la línea de puntos tal y como la ha unido el instructor. "Hay algunos jueces que hacen cosas que no se entienden", dice Pilar Alegría. A lo mejor es porque las oscurecen y embarran adrede o porque no les interesa entenderlas. Verán que fácil les va a parecer todo. Quiero que se fijen solo en una cosa: en un mail enviado el 2 de febrero por el torpe abogado Neira a la Fiscalía para pedir una conformidad para el novio de Ayuso. Olviden todos los demás correos, no cuentan, y recuerden que no es lo mismo saber que se pidió un acuerdo que poseer el mail que pide ese acuerdo. Aquí lo que cuenta es la imagen real y completa de ese correo reservado abogado-fiscal, en el que se lee la frase: "ciertamente se han cometido dos delitos fiscales". Tengan en la cabeza esa imagen, porque en la difusión de ese correo está la revelación de secretos y esa es la línea que ha seguido el instructor.
Para conseguir ese correo, junto a otros, el fiscal general del Estado movió el cielo y la tierra a horas poco laborables y hasta sacó a un fiscal del fútbol para que se lo mandaran a una cuenta personal, no a la oficial, vayan a saber por qué. Sigo con el auto. En medio de ese trajín, la fiscal superior de Madrid, con buen criterio, no estaba muy por la labor de sacar una nota de prensa que incluyera la frase maldita del mail, y el estresado fiscal general le decía "que vamos a perder el relato, Almudena". No se sabe desde cuando la Fiscalía anda en relatos, ya que ese es o concepto político o sinónimo de ficción. No se conoce desesperación igual por confirmar que el acuerdo lo había pedido el abogado y no el fiscal, sobre todo porque sabido es que siempre sucede así. Lo cierto es que una nota de una frase hubiera servido. "La actuación de los fiscales es impecable y hay que defenderla…", clamaba Álvaro García Ortiz, aunque luego no se ha alterado nada cuando han sido los fiscales Anticorrupción los señalados por la fontanera Leire.
Total, que a las diez de la noche, menos un minuto, recibe el famoso correo. A las once y media lo estaba dando ya la Cadena SER, que añadía que se iba a hacer una nota de prensa de Fiscalía. Después se publicó en la web de la radio con el titular "El novio de Ayuso ofreció a la Fiscalía llegar a una conformidad declarándose culpable de dos delitos para evitar el juicio". El cuerpo de la noticia incluye el texto exacto y completo del famoso mail. Del tenor literal de esa intervención, Hurtado colige que el periodista lo tiene en su poder y que ha hablado con Fiscalía y no toma en consideración que el periodista niegue haberlo recibido de Álvaro García, no le da credibilidad en este aspecto, dado que cree que está protegiendo a su fuente. Este mismo periodista hizo una llamada sin respuesta a Álvaro García en ese intervalo, ergo tenía su móvil. Dejemos, pues, el fatídico mail donde está, en manos del FGE preparando la nota de prensa que la fiscal superior se negó a enviar si contenía los datos reservados entre abogado y fiscal. Ella ha declarado haberle preguntado por teléfono: "¿has filtrado la nota?, a lo que le respondió el fiscal general: "Eso ahora mismo no importa". Importaba, mira tú. Es más, cuando la fiscal superior supo que la otra fiscal, la procesada, se lo había remitido todo, le dijo: "para qué le mandas los correos, Pilar, los van a filtrar".
Yo no quiero que la Fiscalía esté al servicio de las estrategias políticas del gobierno, de cualquiera, es demasiado peligroso
A la mañana siguiente, está probado que ese mail en concreto estaba en manos de Pilar Sánchez Acera, mano derecha del jefe de Gabinete de Sánchez, que era Óscar López, ya que a las 8.29 h lo usó para dar instrucciones a Juan Lobato, portavoz socialista en Madrid, y que este lo exhibiese en la Asamblea contra Ayuso. Le envía el mail, su imagen real, y ahí es donde Lobato, técnico de Hacienda, se pregunta por el origen y no da credibilidad a la de Moncloa cuando le dijo de forma evasiva que "lo había recibido de los medios". Es más, al remitirlo le dice "cuidado con los datos personales" y, ante la negativa de Lobato, le dice que espere y a las 9.06 h aparece la foto del mail en El Plural, aunque con datos tachados. Una publicación por encargo para darle base a la acción política. A las 8.51 h, Lobato puso un mensaje en el chat de socialistas madrileños que decía: "A ver un tema. Me llama Santos. Pedro va a pedir ahora a Feijóo que dimita Ayuso y que lo pidamos nosotros tb". Es decir, que el mail estaba en Moncloa y sirvió para trazar una estrategia política, un "relato", que se impuso también al partido en Madrid. Ya saben que Lobato, con la mosca detrás de la oreja, se fue a un notario a depositarlo todo en un acta y que debido a ello tuvo que dimitir como secretario general del PSOE de Madrid.
Pudiera ser que esa noche Álvaro García Ortiz solo hablara con las fiscales de Madrid, con su suegra y con algún amigo… o que hablara con periodistas y con Moncloa. Imposible saberlo porque borró hasta dos veces sus teléfonos y sus correos de ese momento. Así que si tenía una coartada que invalidaba cualquier sospecha, él mismo se encargó de destruirla, o bien lo que contenían sus comunicaciones no era prueba de descargo sino de cargo. Nunca se sabrá, porque él lo impidió y mintió luego sobre los motivos por los que lo había hecho (dijo que aplicó un protocolo inexistente).
Ese es un resumen de los indicios que aporta el juez Hurtado, lo único que se pide en este paso procesal. Con los indicios pasa que hay quien es muy refractario a ellos. Piensen en los cuernos, que hay quien si no se encuentra a la pareja con otro u otra en el mismísimo lecho conyugal no termina de creerlo, y quien uniendo la línea de puntos si pone excusas, viene oliendo a perfume, ha cambiado de modelo de ropa interior y ha usado una tarjeta en un hotel de la misma ciudad ya tienen prueba indiciaria suficiente para acusarles de infieles. La cuestión no es baladí, sino muy grave, no se trata de una filtración cualquiera o de una pequeña transgresión, sino de esclarecer un delito que alguien sin duda cometió. Se trata de saber si el fiscal general reveló secretos y puso la Fiscalía al servicio de una estrategia política orquestada desde Moncloa para poder llamar "delincuente confeso" a la pareja de un adversario político, lo que de hecho hicieron, ministros incluidos. Los abogados de Madrid, que son acusación en este procedimiento, están indignados por esa violación de su relación reservada con la Fiscalía sobre sus clientes, y hasta han roto con los protocolos de conformidades que se firmaron en su día. Por eso esta revelación que puso en solfa el derecho de defensa de una persona no es comparable a ninguna filtración de las habituales y quien la compare está manipulando.
Con todo esto sobre la mesa, el juez legalmente solo podía hacer dos cosas: decir que no había nada y sobreseer o procesar. ¿De verdad que con indicios de este tenor ustedes no pensarían que les están poniendo la cornamenta? ¿Es fácil unir esa línea de puntos y pensar que la actuación de Álvaro Ortiz fue la adecuada a la reserva institucional y a su papel de defensor de la legalidad en este Estado de derecho?
Tampoco veo que nadie, ni siquiera las defensas, haya sido capaz de aventurar un relato de hechos alternativo que no choque con las evidencias. Cuando el fiscal general se quejó en un recurso de que no se tenían en cuenta las pruebas de descargo, el TS le dijo que la prueba de descargo se valora siempre y cuando no choque radicalmente con los hechos comprobados que constituyen prueba de cargo. Los testimonios valen si no chocan con lo factual, y eso —dice Hurtado— no sucede con los de los periodistas.
Así que no solo era previsible procesar con esta pléyade de indicios, sino que puedo prever que será confirmado por la sala de apelación y se abrirá juicio oral. No sé cuando empezarán a insultar y a llamar prevaricadores a los otros tres que han ratificado toda la instrucción o al tribunal llamado a enjuiciar. Yo no quiero que la Fiscalía esté al servicio de las estrategias políticas del gobierno, de cualquiera, es demasiado peligroso. Ahora tenemos a un fiscal general del Estado a un centímetro del banquillo de los acusados en el que acabará. ¿Es posible que se mantenga en su puesto? Nadie hubiera pensado jamás ver una cosa así, y que se produzca solo es un punto más en la línea que lleva de Fortuny a la carretera de A Coruña.