"Nada se logra con precipitación y los que obran con prisa tropiezan con frecuencia con los mismos males que intentan evitar"
Séneca
Seguro que les gustan más los sketches de Polonia, que a mí también, pero llevo unos días recordando sin querer los más afamados de José Mota, que el que más y el que menos ha visto en los especiales de Nochevieja o incluso en YouTube, el equivalente actual de los discos de grandes éxitos. No por el tío de la vara, no crean, que haría buena falta, sino por aquel estribillo que repetía una y otra vez: "Ansssia, ansssia viva". No sé si es exportable al resto, pero en Madrid vivimos instalados en el Síndrome del Ansia Viva (SAV) y es probable que de él se deriven consecuencias completamente contrarias a lo que se pretende.
Hablo, claro, del ansia viva porque el Gobierno pague por la corrupción que estamos conociendo. Ojo, en mi opinión, Sánchez debería haberse ido simplemente por su culpa in eligendo (de dos manos derechas corruptas) e in vigilando (porque el trajín de corrupción a su alrededor era como para no verlo u oírlo). No se va, pasa de responder políticamente, y de ahí el ansia viva de muchos. De los que lo quieren ver caer y de los que temen caer o ver caer al de al lado. Aunque se lleve razón, la precipitación y el ansia no son buenas y, al final, acabarán por darles el respiro de relato que no merecen.
Empezaré con el ansia viva del juez Peinado. Basta con una lectura de profano para darse cuenta de que la exposición razonada es un puto desastre, que te presenta un alumno ese texto descuidado y plagado de errores y lo mandas a septiembre, que no te puedes equivocar en los nombres, que no puedes transcribir declaraciones de corrido, sin poner guiones y separar intervinientes, que no puedes confundir a tu investigada con su padre muerto. El ansia viva de Peinado lo lleva, una vez sí y otra también, a ni siquiera repasar sus escritos y, en este caso, a mandar un bodrio difícilmente legible a sus superiores del Tribunal Supremo. Espero que se lo afeen. Eso, sin embargo, no es suficiente argumento para deslegitimar su petición si no eres un mero manipulador.
Peinado investiga si se nombró a una amiga de Begoña Gómez para que le hiciera de chica para todo, incluidos sus negocios externos, a cargo del contribuyente. Hasta hace poco se podía clamar de forma sincrónica por la limpieza extrema del partido que jamás haría una cosa así, pero ahora sabemos que pudo enchufar a pilinguis sin que ni siquiera trabajaran así que ¿por qué no al hermanísimo? ¿Por qué no a una amiga para que le hiciera parte de su trabajo privado a Begoña? No solo es pertinente investigarlo, sino que es absolutamente necesario. Así que el juez está buscando al responsable de ese nombramiento que considera fraudulento y, por tanto, malversación de caudales públicos, dado que habríamos pagado con dinero público a alguien que curraba en la cátedra privada de Begoña, en la recaudación de fondos privados de Begoña y etecé.
Muchos corren el riesgo de que por ansia viva se publiquen cosas no contrastadas, rumores, exageraciones y que el desmentido constituya prueba de cargo contra la verdad global y sirva como argumentario para sostener un gobierno que agoniza
Al juez lo han vacilado a base de bien. Ahora, si ustedes creen que un juececillo de a pie no tiene derecho a preguntarle a un triministro y Notario Mayor del Reino si fue responsable de ese nombramiento bajo sospecha (y por tanto coautor de la malversación) entonces no me sigan leyendo y no pierdan el tiempo. Si creen que es pertinente saber quién decidió nombrar a la asesora y quién supervisaba que solo hiciera sus funciones, entonces apoyarán que Peinado lo investigue. Todos iguales ante la ley. La pregunta jurídica pertinente es si Peinado ha realizado esta solicitud de imputación de aforado cuando debía (que eso es una exposición razonada) o si le ha podido el ansia viva y la ha hecho antes de tiempo, de forma precipitada o con poco fundamento.
Nos lo va a decir el propio Supremo, lo que no significa que mientras no lo podamos comentar. Hay quien cree que en la petición de imputación por falso testimonio se ha anticipado a lo previsto en el artículo 715 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que retrasa esta posibilidad, por si el testigo se retractara o cambiara el testimonio, que puede, en juicio. Otra forma de verlo es que lo que investiga Peinado es la responsabilidad de Bolaños en esa malversación y, por tanto, que dado que hay testimonios contrapuestos sobre quién es el responsable, necesita hacer diligencias que adveren uno u otro testimonio y no puede porque Bolaños está aforado. De eso va esta historia y no de funerales, erratas o mandangas. ¿Es ansia viva del desaliñado Peinado? (Fíjense que oxímoron tan curioso me ha quedado). El ministerio de Bolaños dice que está tranquilo porque no hay nada de nada, ya veremos si es ansia viva por desmarcarse con el relato o no.
No es el único SAV que ronda por Madrid. Tengamos el de los periodistas, por ejemplo. Tiempos hubo en los que apenas unos pocos buceaban en los supuestos desaguisados del trío calavera y amigos, ahora que el informe de la UCO ha desvelado con crueldad que hay tomate y bien sucio, la carrera por tener la exclusiva, por saber el que más, por aportar con visión de pitonisas lo que saldrá, lo que hay, lo que filtrarán, lo que tirará de la manta uno y otro y, sobre todo, quién será el siguiente en caer. La investigación periodística es un control democrático efectivo, ojo, si es fetén. Ahora mismo muchos corren el riesgo de que por ansia viva se publiquen cosas no contrastadas, rumores, exageraciones y que el desmentido de cualquiera de ellas constituya prueba de cargo contra la verdad global y, por tanto, sirva como argumentario para sostener un gobierno que agoniza, que es precisamente lo contrario de lo que pretenden. Y está la cosa jorobada porque son tantos los rumores sobre personas que estarían manchadas, sobre operaciones diversas, sobre grabaciones, sobre videos en sitios exóticos incluido San Petersburgo, que si no se extrema la precaución puede haber patinazos.
Les pongo un ejemplo: el ansia viva por contar que Ábalos a lo mejor había decidido tirar de la manta y colaborar contando cosas nuevas —su mejor opción, le bajaría mucho la pena final— pudo ser la causa de que se movilizaran todas las fuerzas del universo para impedirlo. Ahora otros dicen que sí lo hará, de forma discreta y en la Fiscalía. Lo suyo sería no dar carta de naturaleza a las cosas hasta que no sean comprobables y evidentes, los rumores nunca fueron periodismo. El SAV no tiene además sentido, puesto que lo que sea, que es y mucho, va a salir por las vías oficiales, por los informes policiales, por las peticiones y autos del juez Leopoldo Puente, al que no se le puede poner pega alguna, y por documentos y grabaciones que no dejen lugar a dudas.
Controlar el SAV es una necesidad imperante dentro de la M-30, y fuera, que Moncloa está fuera de la almendra central que yo sepa. Lo que se está sabiendo es muy grave y las investigaciones apuntan hacia una verdadera "organización" para patrimonializar lo público desde el poder. Esta es la cuestión que el sistema democrático debe investigar y desvelar. Si Aznar no sigue diciendo chorradas y poniendo al pie de los caballos a los funcionarios encargados, seguro que todo va bien. Que si hay un ansia viva que debería meterse la lengua en el bolsillo es la suya.