Esta semana, la Ertzaintza ha hecho públicos unos datos sobre la comisión de delitos en el País Vasco y ha explicado, por primera vez, cuál es el origen de las personas que cometen delitos en esas tierras. Es el primer territorio del Estado que lo hace. Para sorpresa de nadie, la mayoría de detenidos son extranjeros y no existe ninguna tipología de delitos en la que los autóctonos sean la mayoría de los actuantes. Hemos sabido, por ejemplo, que en los primeros nueve meses de este año, la policía autonómica vasca ha detenido a un total de 5.230 personas por cometer delitos en las tres provincias, 3.358 de las cuales son de origen extranjero, es decir, el 64,2%. En el caso de los detenidos por delitos contra la libertad sexual, los detenidos de origen extranjero ascienden hasta el 67%. Los arrestados extranjeros por haber cometido robos con violencia o intimidación aún suben más y suponen el 81,9% del total. Hay que tener en cuenta, para entender bien los datos, que los extranjeros representan, en el País Vasco, el 14% de la población, una cifra sustancialmente inferior al porcentaje de delitos cometidos por extranjeros.

Los datos son tan detallados que también podemos observar cuáles son los delitos más practicados según la nacionalidad. Así, vemos que la mayoría de detenidos por conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol son ciudadanos europeos no españoles (51%), que la mayoría de arrestados por maltratos en el ámbito del hogar son sudamericanos (37%) y que la mayoría de detenidos por robos con violencia o intimidación son magrebíes (67%). En el tráfico de drogas, los detenidos con nacionalidad española y los extranjeros empatan, con el 50% de cada grupo. Todos estos datos se hacen públicos en un momento en el que, en el País Vasco, la sensación de inseguridad ha crecido de forma notable. Euskadi es un país donde, hasta ahora, la sensación de seguridad era muy alta, pero esto está cambiando a gran velocidad y el gobierno vasco ha tomado buena nota. Por eso, el consejero de Interior vasco, el peneuvista Bingen Zupiria, ha roto un tabú y ha decidido publicar todos los datos disponibles, aunque, como era previsible, le ha caído un alud de críticas encima. El pensamiento políticamente correcto y la izquierda dogmática han hecho bandera de la no difusión de la nacionalidad de los detenidos, una batalla que habían ganado hasta que el gobierno vasco ha tomado la decisión contraria.

La Ertzaintza ha hecho públicos unos datos sobre la comisión de delitos en el País Vasco y, para sorpresa de nadie, la mayoría de detenidos son extranjeros

A mí me parece muy bien que el gobierno vasco haya hecho públicos estos datos. De la misma forma que quiero saber la edad y el género de los detenidos y el lugar donde cometen los delitos, también quiero saber su nacionalidad. Hay un cierto racismo en la gente que no quiere que se haga pública, porque seguramente no dirían nada si un medio dijera “un francés mata a sus vecinos en Zumaia”, pero pondrían el grito en el cielo si el mismo medio dijera “un marroquí mata a sus vecinos en Zumaia”. Además, ocultar la nacionalidad de los delincuentes es alimentar los rumores y la desinformación en la que nada cómodamente la extrema derecha. Con los datos en la mano, todas las cartas están sobre la mesa y es cuando se pueden empezar a tomar las decisiones correctas para enderezar la situación. Siempre he pensado que a los ciudadanos hay que hablarles como personas adultas que son y no esconderles información como si fueran niños que necesitan ser tutelados.

Naturalmente, las personas extranjeras que cometen delitos, en su mayor parte, los cometen por una necesidad motivada por causas socioeconómicas y, quizás en una parte pequeña, por causas culturales. Los vascos o catalanes de origen cometemos menos delitos porque, en términos generales, tenemos la vida más resuelta y no tenemos la necesidad de robar o traficar con drogas. Por lo tanto, la integración de los recién llegados en la sociedad vasca o catalana reducirá el porcentaje de extranjeros que cometan delitos. Pero solo podremos afrontar este reto desde la información integral y entera, y no desde la información fragmentaria, la censura, la desinformación y el paternalismo. Por tanto, espero que el Govern de la Generalitat tome buena nota de cómo trabajan sus homólogos vascos y hagan públicos pronto los mismos datos para Catalunya. Spoiler: no lo harán. Doble spoiler: dentro de diez años lo harán todas las administraciones y nos parecerá lo más normal del mundo.