Ya es oficial, hemos entrado en una nueva era: la era de la pereza. Hacía falta un cambio como este para compensar todas las eras de estrés y de hiperactividad que el ser humano ha tenido que vivir: primero, para huir de los animales depredadores que se lo querían zampar y, después, para llegar a fin de mes. Los autónomos son un caso aparte, son homínidos que, debido a las duras condiciones laborales a las que han sido sometidos durante años, se han visto obligados a evolucionar más deprisa que el resto y ya se los considera una nueva especie: el Homo Autonomus. La era de la pereza no les afectará, continuarán trabajando día y noche, sanos o enfermos para poder pagar la cuota de autónomos y el IVA por adelantado.

Pero dejemos de hablar de los autónomos, que tienen trabajo y no pueden entretenerse. ¿Sabéis qué es el bed rotting? ¿No? Ahora mismo os lo cuento, que me hace mucha ilusión. En castellano vendría a ser ‘podrirse en la cama’. Se trata de una nueva tendencia que se ha hecho viral en plataformas como TikTok y que consiste en pasar horas —¡¡¡incluso días!!!— en la cama sin dar golpe, dejando pasar el tiempo, leyendo, durmiendo, comiendo profiteroles; simplemente existiendo, que ya es mucho. En Catalunya ya hacía mucho tiempo que se intuía la llegada de esta era de la pereza. ¿Por qué creéis, si no, que en catalán hay tantos sinónimos de pereza? La accídia, la peresa, la apatia, la blandícia, la desgana, la droperia, el emmandriment, el emperesiment, el enganduliment, la galloferia, la galvana, la ganduleria, la pigrícia, la poltroneria..., y todavía me dejo unos cuantos. Los catalanes siempre hemos sido unos vagos, hemos nacido para rascarnos la barriga, y ahora, por fin, el mundo lo ha entendido: nuestra idiosincrasia se ha convertido en trending topic. Siempre hemos tenido fama de tacaños, pero lo que la gente no sabe es que la tacañería no es más que una cortina de humo para esconder al mundo que somos unos holgazanes sin remedio.

¿Qué tiene de digno trabajar más horas que un reloj, haciendo un trabajo que no te gusta y no llegar a fin de mes? Ya os lo digo yo: nada. Gandulear sí que dignifica

Pudiendo estar en la cama sin hacer nada, ¿quién es el tonto que se va a trabajar? Todo esto que dicen que el trabajo dignifica, se lo inventó un empresario avaricioso para encontrar trabajadores y explotarlos. ¿Qué tiene de digno trabajar más horas que un reloj, haciendo un trabajo que no te gusta y no llegar a fin de mes? Ya os lo digo yo: nada. Gandulear sí que dignifica. No os dejéis engañar por los discursos de este mundo posmoderno capitalista, que lo único que quiere es que produzcamos a cambio de cuatro cuartos para enriquecer a cuatro privilegiados. Sí que es verdad que tenemos que ganarnos la vida de alguna manera —no lo niego, ¡Dios me libre!—, pero seguro que trabajar no es la solución o, al menos, no es exactamente la mejor solución. Creo que una buena alternativa sería que nos releváramos: una semana trabajaría un grupo mientras el otro no da nunca un palo al agua y la siguiente se intercambiarían las funciones. De esta manera conseguiríamos que todo el mundo pudiera hacer bed rotting al menos dos semanas al mes y nadie sufriría estrés ni enfermedades cardiovasculares, lo que, como ya habréis intuido, mejoraría la salud y el estado de ánimo de los trabajadores y haría que el colapso de la sanidad desapareciera, gracias a lo cual una parte del dinero que se destinaba a la sanidad podría destinarse a la educación, lo que mejoraría el intelecto de las personas y no habría tanto imbécil suelto con ganas de enriquecerse... y así ad infinitum. Gracias a la pereza, pues, solucionaríamos la crisis económica, social y existencial que llevamos años sufriendo y que no nos ha llevado a ninguna parte. No entiendo cómo hemos tardado tanto en llegar a esta conclusión. Me voy al sofá a repanchigarme un par de horas y después haré un bed rotting de un par de semanas.