El Partido Laborista del Reino Unido ha tomado una decisión que marca un punto de inflexión en el debate sobre espacios exclusivos para mujeres. El Comité Ejecutivo Nacional (NEC) del partido aprobó el martes 3 de diciembre de 2025 un plan que limitará el acceso al salón principal de su Conferencia de Mujeres de 2026 únicamente a mujeres biológicas. Esta medida, respaldada por asesoramiento legal tras la sentencia del Tribunal Supremo británico de abril de 2025, representa un giro significativo en la postura del partido y una respuesta contundente al fenómeno del “borrado de las mujeres” que ha venido erosionando los espacios seguros conquistados por el movimiento feminista.

La decisión: espacios diferenciados según el sexo biológico

La nueva política establece que las mujeres trans (hombres biológicos que se identifican como mujeres) no podrán acceder al salón principal donde se pronuncian los discursos más importantesni participar ni votar en los debates políticos formales o en las elecciones del comité nacional de mujeres. Sin embargo, en un intento de equilibrio, los eventos paralelos, la recepción nocturna y los espacios de exhibición permanecerán abiertos a todos los asistentes, independientemente de su sexo.

Esta decisión llega tras la cancelación de la Conferencia de Mujeres de 2025, que fue pospuesta en mayo debido al “riesgo significativo de impugnaciones legales” y preocupaciones sobre “protestas, acciones directas y riesgos de seguridad elevados” si el evento continuaba basándose en la autoidentificación de género. El NEC consideró otras alternativas, incluida la limitación de toda la conferencia a mujeres biológicas o su cancelación total. La conferencia tendrá lugar en Liverpool el 26 de septiembre de 2026, un día antes de la conferencia principal del partido.

El contexto legal: la sentencia histórica del Tribunal Supremo

La decisión del Partido Laborista se fundamenta en el fallo unánime del Tribunal Supremo del Reino Unido del 16 de abril de 2025 en el caso For Women Scotland Ltd v The Scottish Ministers. En esta sentencia histórica, los jueces establecieron de manera inequívoca que los términos mujer, hombre y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 (Equality Act) se refieren exclusivamente al sexo biológico, no al “sexo certificado” mediante un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC).

El Tribunal argumentó que cualquier otra interpretación haría que la Ley de Igualdad fuera “incoherente e impracticable de operar”, especialmente en áreas relacionadas con el embarazo, la maternidad y las protecciones basadas en el sexo, que se volverían inoperables sin una definición biológica de mujer. La sentencia confirmó que las mujeres trans pueden ser excluidas de espacios exclusivos para mujeres si se considera “proporcionado” para lograr un objetivo legítimo.

Como resultado directo de este fallo, el NEC del Partido Laborista acordó en mayo de 2025 que todas las medidas de acción positiva para mujeres en las normas del partido se interpretarían “sobre la base del sexo biológico al nacer”. Esto significa que las mujeres trans no pueden presentarse como parte de listas exclusivamente femeninas, ser elegidas como representantes de mujeres o asistir a reuniones de grupos de mujeres.

El efecto dominó: Women’s Institute y Girlguiding siguen el mismo camino

La decisión del Partido Laborista no es un caso aislado. En los primeros días de diciembre de 2025, dos de las organizaciones más emblemáticas para mujeres y niñas en el Reino Unido anunciaron medidas similares, confirmando que la sentencia del Tribunal Supremo ha desencadenado un cambio estructural en cómo se protegen los espacios femeninos.

Girlguiding: protegiendo a las niñas

El 2 de diciembre de 2025, Girlguiding, la organización juvenil más grande del Reino Unido con aproximadamente 300.000 miembros en sus grupos Rainbows, Brownies, Guides y Rangers, anunció que las chicas trans ya no podrán unirse como nuevas miembros jóvenes. La organización declaró que la decisión fue tomada tras “consideraciones detalladas, asesoramiento legal experto y aportaciones de miembros senior y miembros jóvenes”, su consejo y junta de fideicomisarios.

En una declaración conjunta, la presidenta de fideicomisarios Denise Wilson, la directora ejecutiva Felicity Oswald y la guía jefa Tracy Foster explicaron que el fallo del Tribunal Supremo significa que “muchas organizaciones en todo el país se han estado enfrentando a decisiones complejas sobre lo que significa para las niñas y mujeres y para las comunidades más amplias afectadas”. Desde el 2 de diciembre, “las chicas trans y mujeres jóvenes, y otras personas no registradas como mujeres al nacer, ya no podrán unirse a Girlguiding como nuevas miembros jóvenes”.

Los documentos de gobierno de Girlguiding especifican que su membresía está destinada a niñas y mujeres, tal como se define por su sexo biológico al nacer según la Ley de Igualdad 2010. La organización enfatizó que “Girlguiding cree firmemente en la inclusión” y que “continuará apoyando a los jóvenes y adultos en grupos marginados”, estableciendo un grupo de trabajo para explorar formas de hacerlo.

Women’s Institute: 40 años de historia revertidos por la ley

Esta misma semana, el 3 de diciembre de 2025, el Women’s Institute (WI), la organización benéfica femenina más grande del Reino Unido con aproximadamente 220.000 miembros en más de 6.000 institutos locales agrupados en 69 federaciones, anunció que prohibiría a las mujeres trans unirse como miembros formales a partir de abril de 2026.

Melissa Greendirectora ejecutiva de la Federación Nacional de Institutos de Mujeres (NFWI), declaró con “profundo pesar y tristeza”: “Como organización que ha acogido con orgullo a mujeres trans en nuestra membresía durante más de 40 años, esto no es algo que haríamos a menos que sintiéramos que no tenemos otra opción”. Green explicó que “para poder continuar operando como el Women’s Institute, una organización y caridad de mujeres legalmente reconocida, debemos actuar de acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo y restringir la membresía formal solo a mujeres biológicas”. Este cambio “es solo con respecto a nuestra política de membresía y no cambia nuestra firme creencia de que las mujeres trans son mujeres”, señalaron. La organización prometió lanzar “una red nacional de grupos locales de Hermandad WI, que ofrecerán oportunidades mensuales para que todas las personas, incluidas las mujeres trans, se reúnan para socializar, aprender unas de otras y compartir sus experiencias de vivir como mujeres” desde abril de 2026.

Una decisión difícil pero necesaria

Ambas organizaciones dejaron claro que estas decisiones no fueron tomadas por preferencia ideológica, sino por obligación legal tras la sentencia del Tribunal Supremo. Green del WI explicó en BBC Radio 4 que “nuestro consejo fue muy claro; la mayoría desea seguir siendo trans-inclusiva, pero esa vía legal nos fue cerrada”. Ambas organizaciones están esperando la guía actualizada de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC), que ha estado en manos del gobierno desde septiembre de 2025 pero aún no ha sido publicada.

Helen Joyce, directora de la organización de derechos de las mujeres Sex Matters, declaró: “Un grupo creado para mujeres debe tener la capacidad de excluir a todos los hombres, incluidos aquellos que insisten en que se identifican como mujeres”. Mientras tanto, Helen Belcher, presidenta de TransActual, afirmó que estas son “la segunda y tercera organizaciones benéficas nacionales en solo dos días que se han visto obligadas a excluir a personas trans contra los deseos de las organizaciones”.

Un precedente para toda la sociedad británica

Estas tres decisiones (del Partido Laborista, Girlguiding y el Women’s Institute) tomadas en un lapso de 48 horas, marcan un punto de inflexión histórico. Más de medio millón de mujeres y niñas (aproximadamente 520.000 entre las tres organizaciones) ahora pertenecen a instituciones que han reconocido que los espacios femeninos deben ser preservados sobre la base del sexo biológico.

Es posible respetar los derechos de las personas trans mientras se mantienen los espacios exclusivos para mujeres

Estas organizaciones, que colectivamente han existido durante más de dos siglos y han sido pilares del movimiento de mujeres británico, están demostrando que es posible respetar los derechos de las personas trans mientras se mantienen los espacios exclusivos para mujeres. El hecho de que las tres organizaciones hayan expresado “profundo pesar”, pero hayan actuado de todos modos, demuestra que están siguiendo la ley, no el activismo.

Una victoria para el feminismo basado en derechos sexuales

Esta oleada de decisiones representa el reconocimiento a una reivindicación fundamental de los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico, un principio que ha sido sistemáticamente atacado durante años por la ideología de género que prioriza la autoidentificación sobre la realidad material. El reconocimiento de que las mujeres constituyen una clase sexual con necesidades específicas derivadas de su biología es esencial para mantener los espacios seguros que el movimiento feminista ha tardado décadas en conquistar.

Susan Smith, fundadora de For Women Scotland, declaró tras la sentencia del Tribunal Supremo: “Hoy los jueces han afirmado lo que siempre hemos creído: que las mujeres están protegidas por su sexo biológico. El sexo es real, y las mujeres ahora pueden sentirse seguras de que los servicios y espacios designados para mujeres son verdaderamente para mujeres”.

El grupo Labour Women’s Declaration, que ha sido fundamental en esta lucha, celebró que el partido finalmente decidiera “seguir la ley”. Harriet Harman, ex viceprimer ministra laborista y autora de la Ley de Igualdad, afirmó que el fallo del Tribunal Supremo reflejaba su intención al redactar la legislación: “Los espacios exclusivos para mujeres son importantes y pueden excluir a las mujeres trans, pero solo cuando sea necesario”.

El borrado de las mujeres: un fenómeno que debía ser detenido

Durante años, el activismo trans ha concentrado sus esfuerzos en colonizar los espacios seguros de las mujeres bajo la premisa de que no es el sexo, sino el “género sentido”, lo que da derecho a usar esos espacios. Esta estrategia ha provocado que los espacios segregados por sexo desaparezcan en escuelas, universidades, locales de ocio y múltiples instituciones.

La pretensión de que cualquier persona que se autoidentifique como mujer quede autorizada para usar espacios antes seguros ha abierto la puerta a la inseguridad y es contraria a los derechos conquistados por las mujeres. Como señala la plataforma Contra el Borrado de las Mujeres, “esa exigencia no procede de las mujeres que dicen que se sienten hombres, sino de los hombres que se autodeterminan como mujeres, lo cual es muy significativo de la situación en la que estamos”.

Las consecuencias más graves de permitir que hombres autoidentificados como mujeres compartan espacios con mujeres se han visto especialmente en las cárceles, donde las leyes transgénero han permitido que delincuentes (incluso delincuentes sexuales) sean trasladados a prisiones de mujeres simplemente por autodeterminarse como mujeres.

El cambio de postura del Partido Laborista y de Keir Starmer

El giro del Partido Laborista en esta cuestión ha sido radical. Durante la campaña de liderazgo de 2020, Keir Starmer expresó su apoyo a declaraciones del grupo LGBT Labour que afirmaban “que las mujeres trans son mujeres, que los hombres trans son hombres y que las identidades de género no binarias son válidas y deben ser respetadas”. En 2021, Starmer incluso dijo que no era “correcto” que la diputada laborista Rosie Duffield afirmara que “solo las mujeres tienen cérvix”.

Sin embargo, tras la sentencia del Tribunal Supremo en abril de 2025, el portavoz oficial de Starmer declaró categóricamente cuando se le preguntó si el primer ministro aún creía que las mujeres trans son mujeres: “No, la sentencia del Tribunal Supremo ha dejado claro que según la Ley de Igualdad una mujer es biológica”. El primer ministro, que previamente había dicho que el 99,9% de las mujeres no tienen pene, ahora está alineado con la definición biológica: “una mujer es una hembra adulta”.

Starmer dio la bienvenida al fallo del Tribunal Supremo, afirmando que proporcionaba “claridad muy necesaria” y que “una mujer es una hembra adulta, y el tribunal lo ha dejado absolutamente claro”. Una fuente del Partido Laborista afirmó que Starmer había “arrastrado al Partido Laborista de vuelta a la posición de sentido común” desde una postura “activista”, y que esta era “una de las razones” por las que el electorado sintió que podía respaldar al partido tras el “desastre de 2019”.

Protecciones legales y el equilibrio necesario

Es fundamental aclarar que estas decisiones no eliminan las protecciones legales contra la discriminación para las personas con la característica protegida de “reasignación de género”. Las personas trans siguen protegidas contra la discriminación directa y el acoso bajo la Ley de Igualdad. Una mujer trans que enfrente discriminación o acoso por ser trans puede presentar una reclamación por discriminación de reasignación de género.

Ley de Igualdad continuará brindando a las personas transgénero protección contra la discriminación y el acoso

El Tribunal Supremo enfatizó que su sentencia “no debe interpretarse como un triunfo de uno o más grupos de la sociedad sobre otros” y reiteró que la Ley de Igualdad continuará brindando a las personas transgénero protección contra la discriminación y el acoso. El equilibrio consiste en reconocer que tener espacios exclusivos para un solo sexo puede ser legal, pero debe estar objetivamente justificado como un medio proporcionado para lograr un objetivo legítimo.

Como señaló la abogada Naomi Cunningham de Sex Matters, los espacios exclusivos para mujeres son legales gracias a las excepciones a las prohibiciones de discriminación sexual en la Ley de Igualdad. Estas excepciones se redactaron reconociendo que se trata de comodidad, privacidad y normas sociales, no solo de seguridad. Es perfectamente legal gestionar una clase de yoga solo para mujeres y excluir a todos los hombres de ella, simplemente porque las mujeres prefieren practicar yoga sin hombres presentes.

Una decisión que debe celebrarse

Las decisiones coordinadas del Partido Laborista, el Women’s Institute y Girlguiding merecen ser celebradas como actos de responsabilidad política y legal. Representan el reconocimiento de que las mujeres, como clase sexual, tienen derecho a espacios propios donde puedan reunirse, debatir y organizarse sin la presencia de hombres, independientemente de cómo estos se identifiquen.

Estas medidas sientan un precedente importante en un momento en que la ideología de género ha alcanzado niveles de dogmatismo que amenazan con desmantelar décadas de logros feministas. Como argumenta Cunningham, si el movimiento trans puede tomar los espacios más sensibles (como los centros de crisis de violación), habrán ganado. Por el contrario, si se establece sin duda que las mujeres tienen derecho a clases de natación o de yoga exclusivas para mujeres, ¿cómo se puede fallar cuando se trata de asesoramiento sobre violación o atención personal íntima?

El Partido Laborista, junto con el Women’s Institute y Girlguiding, han demostrado, aunque con retraso, que es posible equilibrar el respeto por los derechos de las personas trans con el mantenimiento de los derechos de las mujeres basados en el sexo. Como señaló Green del WI: “Creo que la sociedad necesita organizaciones como la nuestra que tomen la iniciativa”. Y efectivamente, estas organizaciones históricas están liderando el camino de vuelta a la protección de los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico.

Esta oleada de decisiones debe inspirar a otros partidos políticos y organizaciones en Europa y el mundo a defender los espacios exclusivos para mujeres sin temor a ser etiquetados como “transfóbicos”. La protección de los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico no es incompatible con el respeto y la protección de las personas trans. Ambos objetivos pueden y deben coexistir en una sociedad democrática que valora tanto la igualdad como la verdad. El Reino Unido ha demostrado que el borrado de las mujeres puede detenerse cuando hay voluntad política, claridad legal y el coraje de defender principios fundamentales frente a presiones ideológicas.