El hombre se diferencia del animal porque bebe sin sed. Lo ilustraba Ortega y Gasset a propósito de una de las acciones que nos es más común. Tener sed. "Tengo sed" es una frase que oyes a menudo en boca de las criaturas, o de algunos enfermos, pero también tiene resonancias bíblicas: Jesús las pronunció (Jn 19, 28) y también anunció "bienaventurados quienes tienen sed", los que conectan con la sed interior (Mt 5,6). Jesús se dirige a la samaritana con un "Dame agua". Y la última frase de Jesús al Apocalipsis es "quien tenga sed, que venga" (Ap 22 ,17). La sed aparece mucho a los textos bíblicos, y no es sólo sed de agua.

La sed se ha tratado sobradamente en la Biblia y como dice José Tolentino Mendonça "queman en nosotros muchas sedes" y sigue: "Entrar en contacto con la propia sed no es una operación fácil".

El autor se ha dedicado a recoger comentarios sobre la sed, desde la mística a la literatura, pasando por invocaciones litúrgicas o apuntes antropológicos. El mismo El principito nos ofrece evocaciones sobre la sed y el desierto.

La sed es un motor que propulsa reacciones y motiva el dinamismo

La sed se declina de muchas maneras: la sed del que se está muriendo, la sed que es dolor del alma, la sed de la enfermedad, de la insatisfacción perenne. La sed también es positiva: la sed de moverse, de reinventarse, de conocer, de explorar. La sed se una oportunidad para crecer. Pero en el momento en que la sientes, no piensas en crecer y puede ser muy desesperante.

En Elogi de la set (Claret) se critica la sed de la insatisfacción. Y no es sólo una crítica al consumismo de los centros comerciales, sino también al consumismo en la vida espiritual. El deseo tiene estos caprichos, que una vez se ha consumido, le deja a uno vacío e insatisfecho. Decepciona. Y se vuelve a activar el deseo. Cuando tenemos sed quedamos desvitalizados, extenuados, deshidratados, física y mentalmente. La sed te deja sin fuerzas, nos lleva al límite. Los senderos del deseo nos impulsan y nos mantienen vivos, y la esperanza se basa en eso, el sí pero todavía no. Esperar es tener sed. Las frases inspiracionales juegan con la sed y con el hambre, con la voluntad y con la esperanza. Steve Jobs ha pasado a la historia por su célebre frase "Stay hungry, stay foolish", un llamamiento a permanecer con hambre y ambición, y con creatividad y locura. La sed es un motor que propulsa reacciones y motiva el dinamismo. Sin sed usted no estaría ni leyendo este artículo, porque sólo es la sed, la moción interior, las ganas, las que nos permiten ser conscientes de que estamos vivos y salir adelante. Hay que hacer pedagogía de la sed, hacer atractiva la sed. Y también ser capaces, en algunos momentos, de ser un plácido abrevadero donde los sedientos puedan saciar su sed.