¿Los catalanes somos angelitos que no tenemos la culpa de nada? No. ¿Los catalanes somos cojonudos? No. ¿Hacemos cosas absolutamente impresentables? Sí, como todo el mundo. Y de aquí llora a la criatura.

¿Cualquier cosa que hacemos los catalanes tiene una resonancia diferente a cuando la misma cosa, exactamente la misma, la hace alguien de Madrit (concepto)? Sí. ¿Tengo la percepción de que el listón es diferente en unos casos y en otros? Sí. ¿Hay interés político por parte del monopolio de medios oficiales españoles de hinchar según qué temas para estimular a la opinión pública hacia un determinado sentido? Sí. ¿Y cuando estas cosas pasan allí, pasan de puntillas? Totalmente.

Dicho esto, le propongo dos ejemplos de hoy y uno muy reciente.

Empezamos por lo que hizo Arran en la sede del PP en BCN. Arran es uno de los grupos que forman parte del llamado conglomerado de la izquierda anticapitalista y cometió un acto totalmente condenable. Fue una acción de propaganda absolutamente equivocada, absurda e infantil y una manera innecesaria de marcar perfil que ha servido para dar argumentos a los que defienden que vivimos en una sociedad violenta. Fue un error. Un error gravísimo. Dicho esto, ¿fue un acto de kale borroka, como dicen algunos (y algunas)? No. El grupo intentó acceder a la sede de un partido político, una acción indefendible, pero cuando la policía llegó al lugar no tuvo que hacer ningún cordón de seguridad para proteger la integridad física de nadie... como si que pasó la semana pasada en la entrada del debate en el Ateneo de Madrid entre Artur Mas y José Manuel García Margallo. Pero va, igualemos los dos hechos. Digamos que en los dos hubo la misma violencia. Pregunto: ¿el tratamiento ha sido igual? Comprobémoslo.

Mirémonos las portadas de los diarios de papel de Madrit (concepto) al día siguiente de los incidentes contra Mas y, por cierto, contra Margallo, que fue insultado y amenazado repetidamente:

Vaya, ni una sola línea. ¡NI UNA! La noticia no existió.

Bien, pues ahora miremos qué pasó el día siguiente de los incidentes de Arran contra la sede del PP:

 

¿Qué, encuentra alguna pequeña diferencia? ¿Y quizás no tan pequeña y todo, verdad? Bien, y ahora añada la aportación siempre oportuna y nunca demagógica ni de baja estofa de Esperanza Aguirre:

¡Premio! Un kilo de alfalfa para la señora que, en vez de dar explicaciones sobre la corrupción que afectaba a su partido cuando ella lo dirigía, nos regala la clásica comparación de Catalunya con el régimen nazi. Pero, hablando de explicaciones...

Hoy Artur Mas ha ido al Parlament a dar explicaciones por las acusaciones que hicieron Millet y Montull en el juicio del caso Palau sobre la financiación ilegal de Convergència a través del Palau de la Música. Habrá explicado más o menos y habrá convencido o no, en eso no entro. Pero, ¿ha comparecido? Sí. Ha ido al Parlament y los grupos parlamentarios han podido preguntarle, cuestionarlo, despreciarlo o reñirlo?. Sí. Pregunta: ¿Ha comparecido Rajoy en el Parlamento español a explicar algo sobre las acusaciones hechas por Luís Bárcenas? Se ha comprobado que se cobraron sobresueldos en sobres, que se pagaron obras de la sede del PP con dinero negro, que los ordenadores de Bárcenas fueron destruidos de todas las maneras posibles, menos con bombas nucleares, para no dejar rastro de posibles pruebas. Y hemos sabido cómo funcionaba el tema Gürtel. ¿No tiene nada que decir Rajoy sobre este tema en el Parlamento? ¿Y alguien se lo reclama? No. ¿La Catalunya del 3% recibe el mismo tratamiento que la España del "Luís sé fuerte"? ¿El independentismo es un invento de cuatro para tapar la corrupción y el unionismo no es ningún invento para tapar la corrupción que afecta a la España del rey emérito en abajo?

Y, hablando de Bárcenas... El extesorero del PP dijo ante un juez que ni él ni Correa gestionaban los tejemanejes con los contratos de cobro de comisiones a cambio de adjudicación de obra pública porque "los empresarios tenían a su disposición el palco del Real Madrid para hacer negocios con el PP sin necesidad de utilizar mediadores". Pues bien, ahora observe la resonancia que han tenido en Madrit (nuevamente concepto) las declaraciones de Gerard Piqué sobre las cosas que pasan en el palco del Bernabéu.

El jugador azulgrana ha insinuado que una señora abogada del Estado que había estado a sueldo del Real Madrid no paró hasta imputar a Messi y a Neymar por un delito fiscal y que silbó "el puente sobre el río Kwai" cuando se encontró con un caso mucho más grave que afectaba a Cristiano Ronaldo. Pero va, digamos que fueron delitos fiscales comparables. Que el tratamiento judicial no fue lo mismo es evidente, ¿pero el mediático sobre la acusación de Piqué y de Bárcenas, cree que lo ha sido?

Va, aceptemos que todos los catalanes somos un grupo de chorizos. Y aceptemos, también, que todos los españoles lo son. Yo diría que la prensa "menina" no nos trata igual. Y eso es feo, ¿no cree? Sobre todo por parte de quién dice que son ejemplo de independencia y que acusan la prensa catalana de ser un puñado de vendidos a sueldo.