Hoy, 29 de agosto del 2017, se ha cerrado en el Parlament la comisión de investigación sobre la Operación Catalunya. Operación Catalunya es el nombre que hemos convenido dar a la operación por la cual el Estado, a través de sus cloacas, intentó combatir el independentismo inventando y filtrando posteriormente a la prensa amiga supuestos casos de corrupción. La comisión nació el pasado 8 de marzo, cuando en el pleno de la Cámara votaron a favor de su constitución Junts pel Sí, PSC, CSQP y CUP. Ciutadans se abstuvo y el PP votó en contra. Hoy las conclusiones han sido aprobadas por unanimidad por los únicos tres grupos que han aguantado hasta el final: Junts pel Sí, CSQP y la CUP. El PSC no llegó a ir nunca, a pesar de haber votado a favor de su constitución y PP y Ciutadans se han retirado a la mitad de los trabajos. Ahora el siguiente paso, parlamentariamente hablando, es debatir estas conclusiones en el pleno de la próxima semana. Si quiere leérselas con calma, en este enlace tiene los textos de los tres partidos. Si quiere leer mis conclusiones, que son las de un observador que ha seguido todas las sesiones menos una, aquí van:

De las diversas comparecencias se concluye que la Operación Catalunya empezó el año 2010 en la famosa comida de La Camarga entre Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola. La comida habría sido propiciada por Jorge Moragas, secretario del Consejo de Seguridad Nacional, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y, sobre todo, mano derecha de Mariano Rajoy. Moragas y Álvarez tienen una amistad de años y entre ellos hay una relación muy próxima, como demostraron unos correos entre ellos dos publicados en su momento por eldiario.es:

Esta comida fue grabada por la agencia Método 3. Según algunas personas la orden la dio José Zaragoza, responsable de organización del PSC, cosa que él negó en su comparecencia en la comisión. Sea como sea esta grabación donde Álvarez explica los presuntos viajes a Andorra del hijo mayor de Jordi Pujol llevando bolsas con billetes quedó olvidada durante dos años en un cajón. Eran los días de pacto entre el PP y CiU. Y reaparece cuando el pacto se rompe y empieza lo que en Madrit (concepto) llaman "la deriva soberanista". El resto de la trama se desarrolla y crece a partir de esta base.

El gran esperpento cósmico es que la Operación Catalunya sale a la luz gracias a las aventuras de El Pequeño Nicolás, un Lazarillo de Tormes del siglo XXI. El estallido de su caso y las consecuencias internas que tuvo hicieron estallar la guerra entre comisarios que desembocó en la filtración de la conversación entre Jorge Fernández Díaz y Daniel de Alfonso.

Aquella conversación entre el ministro del Interior y el director de la Oficina Antifrau es una vergüenza, pero sobre todo es un monumento a la caspa. Es vomitivo oír como deciden usar "la fiscalía te lo afina" en beneficio propio y es de juzgado de guardia el tema de "nos hemos cargado la sanidad". Pero es de traca y kleenex oír como intentaban endosar una hija secreta a Artur Mas o imaginaban mierda contra Oriol Junqueras.

Después de todo aquello, Fernández Díaz todavía es diputado y presidente de una comisión y de Alfonso sigue impartiendo justicia. Eso no pasa ni en Sudán del Sur, el estado más fallido del planeta tierra.

La aparición de la grabación de la conversación de los dos conspiradores demuestra que un Estado que graba a un ministro no es de fiar, que si lo grava es porque el ministro no es de fiar y que si se filtra la grabación... entonces coja paraguas porque la tormenta de mierda es de intensidad 6 sobre 5.

Ha quedado demostrado que varios comisarios de la brigada política vinieron a Catalunya a presionar fiscales para que registraran sedes de Convergència. Una y otra vez. El objetivo era el desprestigio del partido, ya entonces indepe, y mezclar el caso Pujol con el todo. Ahora se entiende la reiteración, la insistencia y los momentos en que hemos ido viendo estos registros y por qué en muchos de ellos había cámaras antes de la llegada de los cuerpos de seguridad. ¿Decir eso implica defender que Convergència no tiene ninguna relación con la corrupción? Bien, eso lo decidirá la justicia, pero en ningún caso justifica un registro detrás de otro para acabar sacando de los edificios cajas vacías. Y la gran trampa es que denunciar esta situación te convierte inmediatamente en cómplice del 3%.

La Operación Catalunya tiene su equivalente en España con la Operación Pisa. En aquel caso el objetivo fue Pablo Iglesias, otro elemento que molestaba en la llamada España de la Transición. Es la prueba de hasta dónde está dispuesto a llegar el Estado para acabar con cualquier disidencia.

La larga lista de incomparecencias demuestra el respeto que algunas (y algunas) tienen por el Parlament de Catalunya. Era evidente que Rajoy, Sáenz de Santamaría y algunos otros políticos no vendrían a la comisión, pero hay un montón de cargos no políticos y a quienes les pagamos el sueldo que tenían la obligación de venir. Y ya no hablo de los autollamados periodistas, que directamente han ignorado y han despreciado la institución. Me parece muy bien que la comisión haya decidido presentar querellas contra todos ellos.

La trama ha usado a diversos autonombrados periodistas para esparcir informes falsos, noticias inventadas y hechos inciertos. Cuando todo eso ha quedado demostrado, no ha habido ninguna consecuencia. Ni profesional ni legal. En España, si eres de los suyos, inventar noticias para intentar destruir personas sale gratis total.

El caso de Xavier Trias es el gran ejemplo que sirve para explicar cómo trabajaba la trama, cuáles eran sus objetivos, hasta donde llega su impunidad y a lo que nos enfrentamos. O sea, las cloacas de un estado pueden inventarse que una persona tiene una cuenta en Suiza, publicar la noticia a través de la parte mediática de la trama, creerse tan blindados que se atreven a mostrar un número de cuenta imposible... y cuando se demuestra la mentira, no pasa nada. ¿Por qué? La razón de Estado. Le ha pasado a Xavier Trias y mañana puede ser usted. O cualquier persona que ellos consideren que puede molestarles. Estamos indefensos.

Otro ejemplo de la impunidad existente es el documental "Las cloacas del Estado" con guion de Jaume Grau y dirección (y alguna cosa más) de Jaume Roures. Basado en las investigaciones de los periodistas de Público Carlos Enrique Bayo y Patrícia López, presenta pruebas y testimonios suficientemente claros como para que después de su estreno sólo pudieran pasar dos cosas: 1/ o las personas citadas se querellaban contra los autores por injurias o 2/ fiscalía actuaba de oficio para aclarar los que allí se explicaba. Pues bien, no sucedió ninguna de las dos cosas. Ah, por cierto... ningún canal de TV de ámbito estatal quiso pasar el documental. Finalmente pudo ser emitido en uno de deportes que gestiona Mediapro, la empresa de Roures.

El PSC tendrá que explicar algún día por qué huyó de esta comisión. La excusa según la cual fue por la negativa de Junts pel Sí y la CUP de abrir la comisión Santi Vidal es muy pobre. Demasiado pobre. El PP y Ciudadanos asistieron a algunas sesiones, pero se acabaron marchando. ¿Por qué? Pues le doy mi opinión: para mostrar la foto de los dos bloques parlamentarios, el del sí y el del no, y con CSQP situada en el único lado donde podía estar. Porque al final se trataba de eso: para salvar España lo que haga falta. Es lo que dijo el exjefe adjunto operativo de la policía, Eugenio Pino, a la comisión de la Operación Catalunya celebrada en el Congreso de los diputados y a preguntas del diputado de Esquerra Gabriel Rufián:

- ¿Usted se considera un patriota?

- Sin duda

- ¿Qué haría usted por España?

- Todo

- ¿Qué es todo?

- ......... (silencio)

Pues eso...