Las 1.300 personas muertas en Mariúpol y el ataque ruso a un hospital infantil provocaron la indignación mundial ante la situación agónica de la ciudad, que se vuelve cada vez más grave. Y como dice El Erian, experto financiero y profesor en la Universidad de Pensilvania: "ya sean amigos o completos ajenos, se muestran ajenos a todo aquello lejano a la invasión de Ucrania, que extienden al temor a su propia seguridad nacional".

 "La guerra ha sido invitada a Europa y podría llegar a que tocase en nuestra puerta como en 1914", se comentaba en París, donde había una reunión en Versalles sobre el futuro de la Unión Europea...

Mientras los líderes de la UE se reunían en Francia el viernes para abordar la entrada de Ucrania al club, el bloque estuvo sopesando un plan para acabar con la dependencia energética de Rusia para 2027.

Casi al mismo tiempo, el presidente de EE. UU., Joe Biden, indicó que pedirá el fin de las relaciones comerciales normales con Rusia, allanando el camino al aumento de los aranceles sobre las importaciones rusas. A su vez. Rusia anunció una prohibición de exportación de más de 200 productos después de que su economía se viera afectada por las sanciones a causa de la invasión de Ucrania.

Con cara de circunstancias, en Pekín el primer ministro chino, Li Keqiang, reconoció que el objetivo de crecimiento del gobierno es el más bajo en tres décadas, pero por encima de la proyección del FMI, de una expansión del 4,8%. El Partido Comunista se prepara para un congreso a finales de este año en el que Xi Jinping intentará  permanecer como líder por un tercer mandato.

Sin embargo, las acciones tecnológicas chinas cayeron a un nuevo mínimo, ante las renovadas preocupaciones regulatorias de los inversores que han hecho tambalearse los precios en la semana. El índice tecnológico de Hong Kong se desplomó un 8.9%, camino a la mayor caída desde julio de 2020. La liquidación del viernes se produjo cuando la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. identificó cinco empresas chinas que podrían ser excluidas si no cumplían ciertos requisitos de auditoria. El índice Nasdaq Golden Dragon China se hundió un 19% durante la noche, su mayor caída desde octubre de 2008, aun cuando el regulador de valores chino dijo que cooperaría con EE. UU.

En Wall Street las acciones cayeron el jueves, ya que los mercados siguen agitados ante la evolución de la inflación, los tipos de interés y la economía mundial. Los precios del petróleo tuvieron sus propios cambios, con un barril de crudo de EE. UU, saltando hasta un 5,7%.

La preocupación en los mercados es que la economía podría verse envuelta en un cocktail tóxico del que quieren huir porque la estructura y la correlación de fuerzas no tienen futuro.