La administración china no venderá entradas para presenciar los Juegos Olímpicos de Invierno, cuyo comienzo en Pekín estaba previsto para el 4 de febrero. En su discurso de Año Nuevo en 2021, el presidente Xi Jinping declaró que no escatimaría esfuerzos para presentar unos grandes Juegos al mundo que serían ―además― neutros en carbono, los primeros de su tipo en la historia. Todos los espacios funcionarían con energía 100% verde. Ante los Juegos Olímpicos de Invierno, algunos países indicaron que no enviarían delegaciones por el "problema de los derechos humanos" de Xinjiang. La respuesta fue que Pekín 2022 seguiría de todos modos adelante según lo planeado. "El zumbido de algunas moscas no frenará el acontecimiento", argumentaron. Sin embargo, la suspensión tendrá lugar porque la epidemia de virus no lo permite.

Esta discrepancia entre la realidad y el discurso de Pekín ha sido la última y más sonora de la crisis que está viviendo China. La economía china registró una expansión del 8,1% en 2021. Sin embargo, en el cuarto trimestre del año pasado, el crecimiento del PIB se redujo al 4% anual ralentizándose desde el 4,9% del tercer trimestre. El banco central de China recortó los tipos de interés desde el 2,95% al 2,85%, la primera rebaja desde abril de 2020. De ese modo, inyectó 12.500 dólares para aliviar la situación.

"El impulso económico sigue siendo débil en medio de repetidos brotes de virus y un sector inmobiliario en apuros", comentó Julian Evans-Pritchard, economista sénior para China de Capital Economics, que anticipa que el banco central recortará sus tipos otros 20 puntos básicos durante la primera mitad de este año.

"Me temo que la operativa y el desarrollo de la economía de China en los próximos años pueden ser relativamente difíciles", dijo Li Daokui, un destacado economista y asesor del gobierno chino en un discurso a finales del mes pasado.  "Mirados en su conjunto, los cinco años pueden ser el período más difícil desde nuestra reforma y la apertura hace 40 años", agregó.

A medida que aumentaron los costes de las materias primas y la pandemia hizo que una parte sustancial de consumidores se quedara en casa, muchas empresas privadas se vinieron abajo. Esta es una gran preocupación, porque las empresas privadas son la columna vertebral de la economía

China enfrenta también el problema del rápido envejecimiento, que podría crear una carga mayor para su economía y su fuerza laboral. La Oficina Nacional de Estadísticas informó que "la tasa de natalidad de China cayó de manera drástica el año pasado y ahora apenas es más alta que la tasa de mortalidad".

A medida que aumentaron los costes de las materias primas y la disuasión que imprimió la pandemia hizo que una parte sustancial de consumidores se quedara en casa, muchas empresas privadas se vinieron abajo. Esta es una gran preocupación, porque las empresas privadas son la columna vertebral de la economía y las cuatro quintas partes del empleo urbano.

A otra escala, la construcción de nuevas viviendas, que representa una cuarta parte de la economía china, se ha tambaleado este año. El gobierno quiere limitar la especulación y desinflar una burbuja que había hecho que las casas nuevas fueran inaccesibles para las familias jóvenes. 

Evergrande es sólo el grupo mayor y más visible del sector. ¿Qué es Evergrande? Fue fundado en 1936 y tiene muchos apartamentos en cientos de ciudades. ¿Pero cuánto debe? Tiene más de 300.000 millones de dólares de pasivos totales hasta junio. Durante mucho tiempo, el gigante de bienes raíces evitó el incumplimiento al hacer pagos de última hora. Pero el 9 de octubre, Fitch Ratings, una importante empresa de calificación crediticia, denunció a Evergrande de incumplimiento de sus obligaciones. Ha habido indicios de un apoyo gubernamental para el sector inmobiliario, pero son limitados para cubrir el agujero.

Pocos anticipan que el gobierno chino permita una recesión económica este año, antes del congreso del Partido Comunista en que Xi Jinping seguirá al mando del país hasta 2027, o incluso más allá, tras lograr su tercer mandato.

En estas tesituras, el viceministro de Exteriores, Le Yucheng, dijo: "Superar a EE.UU. en PIB no nos interesa. Lo que buscamos es satisfacer el deseo de la gente de una vida mejor". Cuando le preguntaron si China se convertirá en la próxima superpotencia, Le Yucheng dijo que no buscaba la hegemonía global. Eso no ha sido siempre así. Xi Jinping dijo ante el comité central del Partido Comunista chino el 11 de octubre de 2017 que "China se erguirá entre todas las naciones del mundo". Veremos si repite este año lo mismo o algo parecido o más bien habrá que esperar hasta 2049 para que el "sueño chino" se cumpla.