En tiempo de duelo por los mal resultados que se han sacado al Informe PISA, puede ser pedagógico relacionar las noticias que se comentan (o se esconden) día a día, haciendo también mención a algunas de las bases fundamentales de nuestra educación. Me refiero, por ejemplo, a cuándo parece que el nombre no hace la cosa (o sí), Euclides y sus postulados básicos, o tener pensamiento propio y libertad de expresión.

No sé exactamente cuántas de estas cosas rehusó implícitamente el ministro de Interior del Reino, cuando negó que la Policía Nacional o la Guardia Civil —que dependen de su ministerio— pudieran disponer del programa Pegasus. Y aunque quizás pensarán que estoy exagerando, les bien aseguro que no es el caso. Leer la actualidad iluminada por la historia, la política o la ciencia tiene sus ventajas. Y cuando menos, los invito a hacer la prueba a partir de algunas nociones comunes heredadas de Euclides, como son:

1. Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí.
2. Si a cosas iguales añadimos cosas iguales, los totales son iguales.
3. Si a cosas iguales sacamos cosas iguales, los restos son iguales.
4. Las cosas que se superponen son iguales.
5. El todo es mayor que la parte.


Hasta el año 2004, los pinchazos de voz se hacían con magnetófonos marca Uher, como los que salen en las películas, nos explica Marta Sibina, pero si en Borbonia estamos en la vanguardia de las nuevas "leyes Torquemada" es gracias a las modernidades que permiten desde el 2004 y sobre todo el 2015, sacar todo el rendimiento a los nuevos aparatos de escucha con disposiciones y leyes del PP de Aznar y M. Rajoy. Así pues, nuestros teléfonos, tablets y ordenadores pueden ser víctimas de dos tipos de "pinchazos" chivatos, nos dicen desde de Octuvre: las "tradicionales" o "de toda la vida" que chismorrean y graban conversaciones, y las de "nueva generación".

En una acción de espionaje ilegítima, si eres el amo, no solamente puedes darle el nombre que quieras, sino que puedes darle un sentido legítimo porque los amos de las palabras suelen ser también los amos de las leyes


Por si Grande-Marlaska no lo recuerda o no lo quiere recordar, desde la Guardia Civil (¡angelitos!) nos dicen que para pinchar las comunicaciones de los independentistas catalanes quieren acceder a sus agendas, mensajería, videollamadas, al historial de navegación, redes sociales y árbol de archivos, fotos, audios, etc., con la coletilla —lo mejor de todo— que nosotros seamos los mejores microfonistas para la Nueva Inquisición gracias a la activación del micrófono que llevamos encima y donde nos han instalado el dispositivo espía sin que nosotros tengamos ningún tipo de sospecha.

Después de leer o escuchar el vídeo enlazado, podemos llegar con Octuvre a la conclusión que lo "que pide a la Guardia Civil es exactamente lo mismo que hace Pegasus" o bien, siguiendo la propiedad transitiva de una relación euclidiana, que dos cosas iguales en una tercera son iguales entre sí. O que DARS, o SITEL, o la plataforma SILC, que contiene varios programas espía, cumplen los otros puntos de los principios euclidianos, entre ellos que un TODO es mayor que las partes que contiene. Así se entiende mejor la noticia de El País sobre el gasto de 6 millones de euros de Interior en el equipamiento y el software necesario para dotar de capacidades avanzadas en la plataforma SILC, ampliando las bases de las escuchas. Quizás por este deleite de ensanchar lo que sea, el programa Pegasus lo quieren también los Mossos d'Esquadra…

Acabo con un giro final a una argumentación tan triste, de amenazas tan funestas, que solamente se puede hablar desde el humor si se quiere preservar la poca salud de que como sociedad nos queda...

«Cuando utilizo una palabra —dijo Humpty Dumpty en tono más bien despectivo— esta significa exactamente lo que yo quiero que signifique, ni más ni menos.
La cuestión —dijo Alicia— es si usted puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
La cuestión —dijo Humpty Dumpty- es quien es el Amo, eso es todo

Con esta cita de Alicia a través del espejo se explica que en una acción de espionaje ilegítima, si eres el amo, no solamente puedes darle el nombre que quieras, sino que puedes darle un sentido legítimo porque los amos de las palabras suelen ser también los amos de las leyes.

Y ahora, no se pierdan el último vídeo de Octuvre que habla de las cosas que estamos comentando, y de muchas más...