Se acuerda del día aquel del "¿y la europea?". ¡¡¡SEN-SA-CI-O-NAL!!!

Carlos Alsina, quien incomprensiblemente todavía no ha recibido la Creu de Sant Jordi ni ningún homenaje en el Fossar de les Moreres, cuna indepe, desmontó con una breve reflexión aquella letanía sobre la nacionalidad que el unionismo repetía, y repetía, y repetía, y repetía, y repetía.

De rebote, y aplicando el mismo argumento, también desactivó la mentira sobre las pensiones. Todo el mundo que haya cotizado, cobrará la suya, independientemente de donde resida. Esté en una Catalunya independiente, en Groenlandia o en Antigua y Barbuda.

Y ahora ya podemos ir encargando otra cruz para Emiliano García-Page y buscando fechas para el homenaje correspondiente. El presidente de Castilla-La Mancha y barón socialista que aspira a ser algún día un pequeño Pepito Bono quiso dar su opinión sobre las tensiones PSOE-PSC. Como si le interesara a alguien. Y en relación a la posibilidad de que los socialistas catalanes mantengan su 'no' a Rajoy y que eso provoque una fricción tan grande que acabe en ruptura, ha dicho, como amenazando, de que el PSOE echaría a los catalanes de la casa madre, que "si alguien quiere el divorcio, hay bastante que lo pida una de las dos partes".

¡¡¡BRRRROOOOUUUMMMM!!! Con menos de 20 palabras este personaje ha derribado uno de los otros grandes argumentos unionistas. Venga, a tomar viento aquello de que en un posible referéndum tienen que votar todos los españoles (él mismo lo dijo el pasado 15 de febrero "referéndum sólo en Catalunya, saben que no"). Y venga, a criar malvas aquello de que el referéndum no puede ser porque la ley lo impide. Ojo, carambola, tac, tac, en un pim-pam.

Pues sí, lo que en Madrit (concepto) llaman "el desafío independentista" es exactamente como un divorcio. Primero era imposible porque la ley no lo permitía, después hicieron la ley que lo permitió y, una vez hecha la ley, la gente pudo divorciarse a petición de uno de los dos miembros de la pareja. Y tema resuelto. Y tan sencillo. Y tan simple. Y tan normal. Y lógico.

Pero, ¿quién es Emiliano García-Page? Pues mire, para resumir brevemente es un señor que está en contra de un pacto PSOE-Podemos en España, motivo por el que defiende hacer presidente a Rajoy. Pero él gobierna y ha aprobado los presupuestos con los votos de Podemos. El PP obtuvo 16 diputados, el PSOE 15 y Podemos 2 y el pacto con los de Iglesias hechó de la presidencia a Dolores de Cospedal para quedarse él. Sin ser la lista más votada.

Total, que como decía la canción: "malos tiempos para la lírica..." y para García-Page, a quien cada vez que abre la boca, los enanos se le ponen a jugar de pívot en la NBA.

Pobrecito.