B.- ¡Buenos días y viva España!

A.- Hombre, Dedéu. Cómo me gusta que me felicites el día de la raza. ¿Qué tal por el tercio norte?

B.- Collonut, administrando y digiriendo la derrota.

A.- Bueno, bueno… no me seas tan catalán, coño. Además, tú no has perdido nada. Los tuyos han perdido de forma muy humillante, eso sí es indiscutible. Pero por lo demás puedes estar tranquilo, joder, porque nosotros tampoco hemos ganado nada de nada.  

B.- ¿Me lo explicas?

A.- Es muy fácil, filósofo. Tus políticos han intentando lo que habéis hecho desde siempre en Cataluña: agitar las masas, liarla con una performance como lo del referéndum de octubre, y creer que los de Madrid pactaríamos algo político con la pistola en el cuello.

B.- Dale con las pistolas.

A.- Bueno, tú ya me entiendes... Lo que os ha pasado es absolutamente normal. Tú intentas hacer una revolución, le prometes a la gente que aquí se va a follar y que vamos a meterla todos peti qui peti, cuando lo que pretendes realmente es negociar con el estado, así en sordina y con la máscara puesta. Pues cuando haces esto, joder, lo normal es que el estado te acabe dando por el culo y que os arrasemos. ¡Y lo que nos costó reaccionar, coño! ¡Fíjate que a Rajoy le tuvieron que arrancar el 155 como si fuera su propio bebé! Menos mal que los jueces trabajan un poco en este país.   

B.- Es que en el fondo os interesa mucho más robarnos que administrarnos.

A.- Coño, claro, no te jode. A las provincias se las ordena desde el centro y luego se os dan cuatro competencias para que podáis bailar sardanas y subir al Pedraforca para hacer un aplec. Un clásico.

B.- Puto español.

A.- Claro, y a mucha horna. A mí lo que me sorprende es que todavía no sólo no conozcáis lo que es España, macho, sino que encima os creyerais que la generación de políticos que se han educado en la autonomía catalana iba a hacer la independencia. ¿Cómo coño vas a ganar a todo un estado con unos chavales que no pueden pasarse ni cinco meses sin cobrar su sueldo de diputado? ¿Qué mierda de revolución es esa? ¿Cómo se le vas a pedir al chico este del Parlament? ¿Cómo se llama…?

B.- Torrent. 

A.- ¡Ése! ¡Cómo le pides a un tío que ha vivido siempre de un partido que se arremangue contra un ejército, contra cientos de funcionarios, contra la judicatura! ¡Vaya panda de genios os habéis buscado para hacer la revolución!

B.- Pues suerte que hemos perdido pero no habéis ganado…

A.- Eso, pues muy sencillo. Primero, habéis perdido por una simple y pura falta de huevos. Yo vi las imágenes del 1-O y pensé que si las cargas seguían por la tarde y la gente ocupaba el Parlament, las delegaciones provinciales y los cuatro chiringos que tiene Generalitat… pues eso, que os habríamos perdido para siempre.

B.- Siempre os quedaba el ejército...

A.- ¿El ejército? ¡No me hagas reír! ¡Si los de la armada no tienen pasta ni para la gasolina de un puto tanque¡ Hubiéramos enviado más pasma, eso sí, pero vuestra gente había ganado el referéndum y hubiese aguantado en la calle por mucho más tiempo. ¿Algún muerto? Quizás sí, porque siempre hay un zumbado en la policía que se le escapa algún tirito. ¿Pero tanques por Diagonal? ¡Ni de puta coña! Ahí es dónde ganasteis y eso es precisamente lo que asustó a vuestros cobardes de políticos. Nada, caquitas y punto, amic. La lucha política la habéis perdido, pero nosotros no ganamos el 1-O. Ni tampoco ganaremos lo que vino después sólo con la judicatura.

B.- …

A.- El mundo ha cambiado, nene. Eso es lo que no hemos entendido los españoles. Mira, a nosotros que los de Estrasburgo nos multe por torturar a etarras o por condenar injustamente a Puigdemont nos la suda un rato. Porque para nosotros no hay nada más importante que España. ¿Hay que pagar unos pocos euros por haber metido a Otegi en el trullo de forma más o menos ilegal? ¡Pues de puta madre, oiga! ¿Lo quiere en cheque o en cash? Y así con todo. La diferencia es que el independentismo catalán no se va a curar ni con cuatro hostias ni con seis o mil condenas. Eso es lo que no han entendido aquí en Madrid.

B.- Pero aquí la peña va a continuar votando lo mismo. En Cataluña, digo. Fíjate como ya se habla de un nuevo estatuto y de negociar a cambio de un indulto. 

A.- Exacto, pero eso tampoco valdrá. ¿Tú te crees que los votantes independentistas van a permitir que sus líderes les troleen muchos años más? En eso también se equivocan el memo este de Sánchez y los pueblerinos de Esquerra. Lo de timaros con un estatuto que luego recortan los jueces ya os lo colamos en 2006. Y la gente, por mucho que se esfuercen los políticos, no es gilipollas del todo y cada día está más informada. Y los catalanes, si algo tienen, es memoria. Después del 1-0 tú no resuelves lo de Cataluña con un pacto político. Eso es lo que no entienden ni los tuyos ni los míos.

B.-Joder, yo te llamaba deprimido y al final el fachita va y me anima.

A.- Es que es de libro, tío. Lo que tenéis que hacer vosotros es cargaros la actual clase política catalana, las élites del engaño. ¡Con lo que os han timado, nene! Estos aquí en Madrid no nos duran ni dos meses. Pero bueno, a lo que voy. Los de aquí no han entendido que el mundo en el que todo se cura a hostias, con condenas o con un estatutito, se ha acabado para siempre. Y eso también está llegando a las almas de los independentistas catalanes. Primero tenéis que cargaros a los vuestros y después volverlo a intentar.

B.- Eso no te lo discuto, pero volver al 1-0 como quiere Torra es imposible. Eso ya pasó. Y por otro lado está el tema de los presos, que son fuente de todo tipo de chantajes. Ya lo sabes, aquí a la que haces crítica política la peña te acusa de tener falta de sensibilidad con los presos y sus familias. Tú no sabes las hostias que yo recibo de la tribu.

A.- No te quejes, Bernardito, que las hostias curten. Pero esto también se acabará, porque cuando Sánchez les saque a la calle vuestra gente les va exigir que acaben lo que empezaron o que se vayan a su casita a cuidar los niños. Hace días escribiste en lo de Antich que Junqueras quiere ser un nuevo Pujol. No te lo niego, ésa es su intención; salir de la cárcel y pasearse como un mártir de la causa por toda Cataluña. Pero eso también ha acabado, Dedéu, porque la gente no es tan influenciable como en la época del ladronzuelo de Pujol (que lo era, dicho sea de paso, porque nosotros se lo consentimos durante lustros). A Junqueras no le va a funcionar el lloriqueo. Eso te lo garantizo.

B.- Entonces ¿qué coño tenemos que hacer?

A.- Algo que nunca te ha gustado. Calmarte y esperar.

B.- ¿Esperar… a qué?

A.- Pues esperar a que toda esta mierda caiga por su propio peso. ¿Tu crees que España está ganando en Cataluña cuando lo mejor que tiene puesto ahí es a Arrimadas y al pobre franchute? Lo vuestro es muy cutre, es cierto, pero después de un tiempo de decadencia la política resurge con gente de talento que vale la pena. Pasó en España cuando murió el abuelito, pues no va a pasar en Cataluña con lo bien formada que está ahí la peña. Ten paciencia y mata a los tuyos. O deja que vayan muriendo. Los jóvenes que se están formando ahora tendrán más mala leche que vosotros. Y además les espera otra crisis económica de aúpa. Con lo cual no tendrán nada que perder.

B.- Pues nada, a esperar.

A.- Es que os faltan huevos, nene. Es así de sencillo. Tras el timo del procés yo habría salido a la calle para invadir las sedes de los partidos políticos que os prometieron todas estas milongas de la República dels somriures. Vamos, a mí esos no me joden la vida como os han hecho a ti y a tus amigos. Pero vosotros, los catalanes, sois más lentos, porque tenéis el defecto de querer comprender demasiado las cosas. Los tuyos están la cárcel, cierto, pero están ahí porque ellos mismos se entregaron. Eso, eso es lo que tienes que escribir. A ver si hay huevos. En lo de Antich. ¡Va, Dedéu! Y díselo al chicho este Graupera. Menos rollos sobre el modelo de ciudad y más caña al mono, tío.

B.- Collons de marquesito español. ¿Votarás en Barcelona? No hace falta que te pregunte a quién, ¿no?

A.- Sí, todavía tengo el padrón ahí. Pero no te equivoques. Valls me parece demasiado catalán, un subproducto para gustar; a mí me pone la gente con alma, no voy a votar un tita freda para mi ciudad.

B.- Bueno, ya se lo diré a Graupera.

A.- Si mete más huevos yo le voto.

B.- Qué manía con los huevos…

A.- Claro, tío, a mí que os separéis no me gusta. Pero si ponéis a alguien que se lo merece y nos ganáis para mí no hay problema.  Díselo a Graupera.

B.- Bueno, ya se lo diré. Au, xato, feliz día y viva el Rey.

A.- Eso siempre. Y viva España, coño. Pásate un día por aquí. Invito yo a todo. Que aquí no nos falta de nada.