La Junta Electoral le ha dado cinco días hábiles a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para que retire el escaño al diputado de la CUP, Pau Juvillà, que en su día se negó a retirar los lazos amarillos que colgaban del balcón del ayuntamiento de Lleida, donde era concejal. 

Hemos llegado a un punto en el que una cuestión tan absurda como colgar un lazo en solidaridad con lo que uno considera una injusticia puede terminar poniendo en jaque a nada más y nada menos que un diputado y a una presidenta parlamentaria.