El pasado sábado, 14 de abril, miles de personas se manifestaron en Pamplona para pedir justicia para los ocho jóvenes de Alsasua. Pedían la libertad y la absolución por una pelea que se produjo en octubre del 2016 en una discoteca, y que está siendo juzgada en la Audiencia Nacional como un acto de terrorismo

La fiscalía pide penas que suman más de 370 años de prisión. Amnistía Internacional ya se ha pronunciado al respecto: cualquier cosa no puede ni debe ser considerada terrorismo, rechazando así la decisión de considerar estos hechos como un delito de terrorismo.

En el año 2016, 270 agentes de la Guardia Civil fueron agredidos en toda España. En ninguno de estos casos se consideró que pudiera tratarse de un delito de terrorismo. Sin ir más lejos, el nieto de Franco arrolló con su vehículo a dos agentes de la Guardia Civil y la condena, lejos de catalogarse dentro de un delito de terrorismo, ha sido de 30 meses de cárcel. 

Algunas víctimas por terrorismo se muestran dolidas. Sin dejar de condenar lo sucedido, ponerlo al mismo nivel que un tiro en la nuca o un atentado con bombas resulta desproporcionado, y además, cabe el riesgo de banalizar lo que realmente significa el terrorismo. 

Y es que, efectivamente, la fiscalía está pidiendo más condena para estas agresiones (que según hechos probados ocasionaron lesiones en un tobillo), que en los atentados que sufrieron personas como Eduardo Madina, Gorka Landaburu o Eduardo Puelles. Y es que en el atentado que Madina sufrió, que casi le cuesta la vida, se pidieron 20 años, mientras que para este se piden 60 a uno de los encausados.

¿Cómo es posible? Gracias a la modificación del Código Penal realizada en 2015, que no hubiera sido posible si el PSOE no la hubiera apoyado. Ahora la definición de terrorismo es demasiado amplia y esto da lugar a que podamos estar viendo estos días a personas que, habiendo participado en actividades que en otros tiempos podrían haberse considerado desordenes públicos, o incluso desobediencia a la autoridad, como en los casos de los CDR de Catalunya, ahora hayan podido ser investigados por presuntos actos de terrorismo. 

Como ha dicho recientemente una víctima de ETA: si todo es terrorismo, al final, nada lo es.