Olfatee, olfatee esta campaña electoral que ya ha empezado. ¿Qué, huele a demagogia barata, verdad? ¿Y también desprende un gran hedor a insulto a la inteligencia de la ciudadanía, verdad? Mucha más de lo habitual, ciertamente.

Todavía está fresca la última gran batalla en el barro usando la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Una polémica que ayer y hoy ha sido fun-da-men-tal para la historia de la humanidad y que mañana ya estará olvidada en el trastero. Con el resto de juguetes que el debate político adolescente necesita ir consumiendo sin cesar. Y, fíjese si el debate tenía nivel, que para destruir el gran argumento del unionismo radical sólo hay que usar la humilde realidad: "Barcelona era la mejor candidatura para tener la EMA y ha perdido por culpa de los indepes", dicen. Bien, eso es como aquello de "si mi abuela tuviera ruedas, sería una bicicleta". El problema, grave, es que ser la mejor candidatura y no tener a los malditos indepes, como dice el nacionalismo español radical, no nos garantizaba ganar la EMA. Por la sencilla razón de que las dos ciudades que más lo merecían, según quienes tenían que decidirlo, empataron en la votación final y la decisión se tomó... ¡¡¡POR SORTEO!!!

O sea, imaginemos que BCN no hubiera tenido ni un solo indepe bajo la capa de su sol y que todo el mundo que vive allí y trabaja fueran catalanes de bien. Habría llegado a la final empatada con otra ciudad y la decisión la habría tomado el azar. Conclusión: el argumento de que la culpa es de los indepes es falso, a pesar de ser una hipótesis imposible de probar. Terrible.

Pero esto es una inocente pelea de patio de guardería si lo comparamos con polémicas donde hay muertos de por el medio. El unionismo radical se ha enfadado mucho por la reacción de algunos indepes a la muerte del fiscal general del Estado. Lógico. Eso de alegrarse en público de la muerte de alguien es muy feo. Sea fiscal general de un Estado o pasajero de un avión que se estrella. ¿Ponemos como ejemplo el accidente de Germanwings?

Entiendo esta indignación en defensa de la figura del señor Maza. Pero para que suene auténtica, veraz, homologable. sincera y honesta, tendría que ser extensible a los casos en que la ofensa afecta a los "otros", a tus "rivales". Como en el caso de Germanwings o el de Muriel Casals. Es que si no, no se vale. Si no, no es indignación fruto de un sentimiento sino un uso partidista de los sentimientos. Si no te sabe mal siempre, es victimismo partidista. Y hacer victimismo partidista usando a alguien a quien tú dices respetar, es una falta de respeto hacia esta persona.

Pasa lo mismo con la polémica provocada por la denuncia de Marta Rovira sobre el posible uso por parte del Estado de la violencia. Xavier García Albiol, en su carrera para ser el más duro de todos porque cree que eso le da votos, ha dicho hoy que "los servicios jurídicos del PP estudiarán si son denunciables las infames declaraciones de Marta Rovira sobre las supuestas amenazas de muertos en la calle por parte del gobierno español en caso de prosperar la declaración de independencia". Hombre (y mujer), pues ya que amenaza con hacerlo, que aproveche para que estos mismos servicios jurídicos se miren unos cuantos ejemplos de casos donde se ha hablado de muertos. Y que lo hagan en nombre de la doctrina EMA o de la doctrina "Todos somos Maza".

Por ejemplo, las consideraciones de un compañero de partido:

Y cuando acaben de mirarse estas declaraciones, los famosos servicios jurídicos pueden entretenerse con algunos artículos donde se insiste en esta línea. Por ejemplo, este de La Gaceta:

O también pueden echar un vistazo a un artículo muy famoso de Gregorio Morán, que tenía que haber sido publicado en La Vanguardia el pasado 22 de julio, que el diario decidió censurar y que incluía este fragmento:

Y si no tienen bastante, también pueden probar con una pieza publicada el pasado septiembre por Luís María Anson en El Mundo con este sugestivo título:

Era un artículo donde Anson suponía un hipotético diálogo y que ofrecía este simpático momento:

Y, de postre, también pueden optar por un incunable del gran Eduardo Inda:

Y ahora usted quizás me dirá: "oiga, está haciendo un 'y tú más' que no nos lleva a ningún sitio". No, lo que reclamo es equidistancia argumental y decencia neuronal. Usar la Agencia Europea del Medicamento para hacer política barata es feo, pero inofensivo. Pero hacerte el ofendido cuando te acusan de amenazar con matanzas y que resulte que hace meses tú y los "tuyos" se dedican a decir que quien busca muertos son los otros, es otra cosa. Y la palabra que define esta cosa es un poquito más fuerte que "fea". Y me la ahorro porque últimamente aquí las querellas van demasiado baratas. Pero creo que me he explicado, ¿verdad?