Volvo amplía la gama del EX30 con el lanzamiento de una versión Cross Country que introduce un enfoque más aventurero sin alterar la esencia urbana del modelo. Esta variante transforma al SUV eléctrico compacto en un vehículo con mayor capacidad para enfrentarse a caminos no asfaltados y superficies irregulares, reforzando su versatilidad con una serie de modificaciones estéticas y técnicas.
El EX30 Cross Country se distingue por su mayor altura libre al suelo, que crece en 20 milímetros respecto a las versiones convencionales. Este cambio, junto con nuevas llantas específicas, neumáticos de perfil más alto y protecciones adicionales en pasos de rueda y bajos, proporciona un aspecto más robusto y una mejor adaptación a condiciones fuera del asfalto. También incorpora barras en el techo en acabado metálico y detalles oscurecidos que acentúan su carácter campero.
A nivel mecánico, el modelo mantiene las configuraciones eléctricas ya conocidas. Está disponible con un motor trasero de 272 CV o con tracción total mediante un sistema de doble motor que alcanza cerca de 400 CV. En ambas variantes, la autonomía oscila entre los 350 y los 500 kilómetros, dependiendo de la capacidad de la batería y del tipo de conducción. No se han introducido nuevas variantes de propulsión, sino que se ha adaptado el conjunto existente a una configuración más elevada y preparada para un uso mixto.
Pequeño por fuera, más capaz por dentro
Lo destacable en este caso es cómo Volvo ha trasladado el espíritu del Cross Country a un modelo urbano sin perder sus cualidades principales. Gracias al ajuste de la suspensión y la incorporación de protecciones adicionales, el EX30 Cross Country puede circular con más soltura por caminos de tierra, pistas forestales o zonas rurales. No se trata de un todoterreno al uso, pero sí de una versión más polivalente, apta para quienes combinan la ciudad con escapadas fuera del entorno urbano.
El comportamiento dinámico sigue siendo uno de los puntos fuertes del EX30, también en esta versión. La posición de las baterías y el bajo centro de gravedad permiten mantener la estabilidad y el tacto ágil característico del modelo, incluso con la suspensión ligeramente elevada. Además, los modos de conducción han sido adaptados para responder de forma más progresiva en superficies deslizantes o con menor adherencia.
En el interior no hay cambios significativos respecto al resto de la gama EX30. Se conserva el planteamiento minimalista, con una gran pantalla central y un uso inteligente del espacio. La habitabilidad sigue siendo generosa para su tamaño, con un maletero bien aprovechado y diversas soluciones de carga. Volvo ofrece, como complemento, accesorios pensados para el uso outdoor, incluyendo alfombrillas resistentes, protecciones para el maletero y elementos para transportar equipamiento deportivo.
Con esta incorporación, Volvo refuerza el atractivo del EX30 al ofrecer una versión que conserva su enfoque sostenible y urbano, pero con un plus de funcionalidad para quienes buscan un coche eléctrico compacto con mayores posibilidades fuera del asfalto. Un paso más en la evolución de la gama sin abandonar su compromiso con el diseño limpio, la eficiencia y la adaptabilidad.