No todos los SUV híbridos tienen que ser grandes, caros o mediáticamente populares. En un escenario donde la atención recae casi por defecto sobre las propuestas de Toyota, el Suzuki S-Cross Hybrid ofrece una fórmula más discreta pero igual de efectiva. Su punto fuerte no es la espectacularidad, sino un planteamiento racional que conjuga eficiencia, buen nivel de equipamiento y un precio competitivo, todo ello con la etiqueta ECO bajo el brazo.

Este modelo compacto, disponible con dos tipos de hibridación, se adapta a distintos perfiles de uso. La versión mild hybrid combina un motor 1.4 turbo con un pequeño sistema eléctrico de apoyo, logrando 129 CV y un consumo muy contenido. Por otro lado, la variante full hybrid utiliza un propulsor 1.5 de 116 CV junto a un sistema eléctrico autorrecargable, más orientado a circular en modo eléctrico en tráfico urbano. En ambos casos, los consumos se mantienen entre los 5 y los 6 litros a los 100 kilómetros, un dato más que razonable en un SUV con tracción delantera o total, según versión.

 

La ventaja del S-Cross Hybrid frente a sus rivales más conocidos está precisamente en este equilibrio. No compite en potencia ni en dimensiones con modelos como el Toyota RAV4, pero sí ofrece una respuesta muy eficiente para el día a día, sin comprometer confort ni espacio. Con poco más de 4,3 metros de largo, se mueve con soltura en ciudad, mantiene una buena capacidad de carga y resulta suficientemente amplio para cuatro adultos y su equipaje. Además, su configuración interior es práctica, con mandos físicos, soluciones funcionales y una calidad de ajuste que transmite robustez.

Tecnología útil y comportamiento versátil

El equipamiento de serie también juega a su favor. Desde el acabado básico incluye pantalla táctil con conectividad, cámara de visión trasera, climatizador automático, sensores de luz y lluvia, y múltiples asistentes a la conducción. Según el acabado, se añaden faros LED, navegación, control de crucero adaptativo o sensores perimetrales. Todo ello, sin excesos ni dependencias tecnológicas complejas. Aquí, cada elemento está pensado para simplificar la experiencia de uso.

 

Además, Suzuki ofrece en este modelo su sistema de tracción AllGrip para quienes necesiten mayor motricidad en condiciones difíciles. Esta versión, disponible en combinación con la hibridación ligera, amplía la polivalencia del coche sin penalizar de forma notable el consumo. En conducción, el S-Cross transmite seguridad, con una dirección precisa, buena visibilidad y un comportamiento que prioriza el confort, especialmente en trayectos urbanos o a ritmo tranquilo.

El precio, desde algo más de 31.000 euros, lo sitúa por debajo de muchas propuestas híbridas del segmento, manteniéndose en una franja asequible para quienes valoran la eficiencia sin necesidad de recurrir a enchufes ni comprometerse con formatos mayores. La apuesta de Suzuki no pretende liderar titulares, pero sí ofrecer una alternativa real, sensata y bien afinada. En tiempos donde la racionalidad vuelve a ser un argumento de peso, el S-Cross Hybrid es una opción que encaja sin necesidad de llamar la atención. Y eso, en sí mismo, es una virtud.