El DFSK 500 se posiciona en el mercado como una de las propuestas más singulares en el segmento de los SUV compactos. No por su potencia ni por su enfoque prestacional, sino por ofrecer carrocería elevada, cambio automático y un equipamiento generoso al precio de un utilitario de acceso. En concreto, cuesta lo mismo que un Citroën C3 básico con motor gasolina atmosférico, sin embargo, la comparación entre ambos termina ahí. El modelo chino parte con una clara ventaja en dimensiones, habitabilidad y dotación.
Con 4,38 metros de largo, el DFSK 500 ofrece un formato claramente superior al de los coches urbanos, tanto por tamaño como por presencia. Su diseño, aunque discreto, presenta proporciones equilibradas y un aspecto robusto que cumple con los códigos visuales de un SUV moderno. La altura de 1,64 metros y la anchura cercana a los 1,85 metros refuerzan esta sensación, al tiempo que permiten una posición de conducción elevada, más cercana a modelos del segmento C que a utilitarios.
Mecánicamente, el DFSK 500 recurre a una solución sencilla pero eficaz: un motor 1.5 gasolina de 114 CV combinado con una transmisión automática tipo CVT. Este conjunto está pensado para la conducción diaria, con especial foco en la comodidad de uso. Aunque no busca prestaciones brillantes, el resultado es un funcionamiento suave, adaptado a entornos urbanos e interurbanos, y con consumos razonables para su tamaño y potencia.
Cambio automático, techo solar y climatizador… sin sobrecoste
Lo que realmente diferencia al DFSK 500 de sus rivales es su nivel de equipamiento de serie, especialmente en comparación con modelos europeos generalistas. Mientras que un Citroën C3 básico incluye el equipamiento justo, este SUV llega con climatizador automático, techo solar panorámico, sistema de acceso y arranque sin llave, pantalla táctil, asientos traseros abatibles, sensores de aparcamiento y volante multifunción revestido en cuero. Todo ello, sin costes adicionales.
En el interior, el espacio disponible resulta más que suficiente para cinco ocupantes, con un maletero de 318 litros que se amplía abatiendo los respaldos traseros. La disposición de los mandos, la visibilidad y la ergonomía están resueltas de forma correcta, y los acabados, sin ser premium, ofrecen una percepción de calidad ajustada al precio. En términos de seguridad, incluye de serie control de estabilidad, sistema de frenos con reparto electrónico, ayuda al arranque en pendiente y anclajes ISOFIX.
Cabe destacar que, por un precio de unos 16.000 euros en oferta, el DFSK 500 ofrece una propuesta difícil de igualar en el mercado actual. A igualdad de tarifa, no hay otro modelo con cambio automático, carrocería SUV y este nivel de dotación. En ese sentido, se sitúa como una alternativa para quienes buscan un coche amplio, funcional y con cierta imagen, pero no quieren renunciar al presupuesto de un modelo básico del segmento B. Un equilibrio que, en la práctica, muy pocos fabricantes logran ofrecer.