No es que sea precisamente ningún secreto que la industria del automóvil está en el punto de mira desde hace ya muchos años por parte de muchas autoridades gubernamentales así como de la Unión Europea. Y es que, el hecho de que sea una de las industrias más contaminantes está provocando diferentes medidas para intentar frenar o sentencias de contaminación tanto en la fabricación de los coches como en su circulación diaria.

Es de sobras conocido que, si bien es cierto que de momento ya hay quien apunta que se podría alargar esta medida, desde la Unión Europea llevan años apuntando que lo mejor que pues se podría hacer en este sentido sería prohibir la venta de modelos de combustión y apostarlo todo a los modelos 100 × 100 eléctricos, una medida muy complicada de llevar a cabo teniendo en cuenta el cambio la infraestructura que supone apostarlo todo a los coches eléctricos.

Pero lo que seguramente muy poco se esperaban es la medida que ha propuesto el ministro de transportes de Alemania, uno de los países más importantes de la Unión Europea y que, en muchos casos, lleva la voz cantante es lo que se refiere a la gestación en este sentido.

La polémica propuesta en Alemania

No ha sido otro que Volker Wissing el que ha puesto encima de la mesa una propuesta cuanto menos polémica. El problema en este caso es que, si bien llevan muchos meses negociando, de momento no está logrando en el gobierno alemán lanzar una ley para la protección a nivel medioambiental.

En este sentido, parece ser que es ministro has decidido mover ficha y, ha asegurado que, si en los próximos meses no se llega a una solución y no se lanza de esta nueva ley, propondrá una medida muy drástica, que no es otra que la de prohibir directamente a la circulación de coches durante los fines de semana en Alemania.

Como no podía ser de otra forma, y por mucho que se trata tan solo de una propuesta que realmente parece casi imposible que se pueda llevar a cabo, las críticas en este sentido no han sido pocas, entre otras cosas porque, si bien nadie duda de que el impacto medioambiental de esta medida sería más que bienvenido, el impacto económico tanto para el país como para buena parte de Europa no sería precisamente positivo.