La nueva Zhengzhou Nissan Z9 irrumpe en el mercado asiático con una propuesta difícil de ignorar: una pick-up de tamaño medio, bien equipada y con un precio de partida en torno a los 14.500 euros al cambio. Esta camioneta, fabricada por una filial de Nissan en China, ofrece una gama variada de motorizaciones y un enfoque que apunta directamente a los fabricantes que dominan actualmente el acceso al mercado, como Dacia o varias marcas chinas emergentes.

El modelo se ofrece con versiones de gasolina, diésel y una destacada variante híbrida enchufable. Esta última combina un motor turbo de 1.5 litros con un sistema eléctrico, alcanzando una potencia conjunta de hasta 429 CV y un par motor de 800 Nm. Esta configuración permite además una autonomía eléctrica de hasta 135 kilómetros, dependiendo de la capacidad de batería elegida. Se trata de cifras inusuales para un vehículo de este segmento, más aún en una categoría donde el precio suele estar reñido con las prestaciones.

 

Por dimensiones, la Z9 alcanza los 5,52 metros de longitud, con una distancia entre ejes de 3,30 metros y una caja de carga de 1,52 metros. La versión básica equipa tracción trasera y cambio manual de seis velocidades, mientras que las versiones superiores ofrecen tracción total y transmisión automática, ampliando el abanico de usos posibles tanto en entorno urbano como en condiciones más exigentes.

Equipamiento avanzado en un producto de bajo coste

Llama especialmente la atención el nivel de equipamiento que puede incorporar. En el interior, la Z9 cuenta con una pantalla táctil central de 12,8 pulgadas y un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas en las versiones de acceso. Las variantes más completas elevan esa cifra a una pantalla central de 14,6 pulgadas, con asientos tapizados en cuero Nappa que pueden incluir calefacción, ventilación y función masaje, así como un sistema de sonido de hasta 12 altavoces.

En el apartado de asistencia a la conducción, se ofrece un conjunto de tecnologías que incluye control de crucero adaptativo, visión periférica con cámaras de alta resolución y funciones automatizadas para facilitar maniobras. Este nivel de dotación resulta poco habitual en un modelo con este planteamiento de precio, lo que refuerza su atractivo competitivo frente a propuestas más conocidas en Europa.

La variante diésel, equipada con un motor de 2.3 litros y 190 CV, ofrece una alternativa más clásica enfocada al trabajo y al uso intensivo. Disponible también con tracción total, esta versión apunta a quienes priorizan la robustez mecánica y la eficiencia en consumos.

Aunque por el momento su comercialización se limita al mercado chino, no es ningún secreto que el equilibrio entre precio, prestaciones y equipamiento convierte a esta pick-up en una potencial candidata para dar el salto internacional. Su planteamiento podría alterar el equilibrio actual del segmento de acceso si llegara a entrar en mercados como el europeo.