El grupo Stellantis ha decidido dar un paso adelante en lo que se refiere a sus opciones cien por cien eléctricas. Así, no es casualidad que marcas como Citroën, Opel, Peugeot, Fiat o Jeep hayan aumentado su oferta de opciones EV en sus respectivos catálogos en los últimos tiempos.

Es cierto que en el gigante europeo saben muy bien que la implantación de este tipo de coches no es la misma en todos los mercados y que, por ejemplo, en España está siendo mucho más lenta que en otros mercados, pero eso no significa que no deban seguir intentando posicionar a diferentes productos en nuestro mercado.

 

Eso sí, una de las opciones más interesantes para los que buscan una manera diferente de moverse por la ciudad son los cuadriciclos eléctricos, una apuesta que en Stellantis está pasando por opciones como el Citroën AMI, el Fiat Topolino el Opel e-Rocks, que no dejan de ser el mismo cuadriciclo pero con un diseño característico y propio para cada una de las marcas.

El Citroën AMI, una opción diferente para la ciudad

Cabe tener en cuenta que este AMI no es un coche y que, por lo tanto, no se necesita carnet de conducir de coche para poder circular con él, lo que lo convierte en una alternativa interesante a las motocicletas teniendo en cuenta que es una opción mucho más segura.

Eso sí, el hecho de que sea un cuadriciclo lo limita a nivel de movilidad, siendo una opción pensada exclusivamente para moverse por entornos urbanos, teniendo las autopistas y autovías vetadas legamente y muchas vías interurbanas.

 

Con un pequeño motor eléctrico de 8 caballos de potencia y una autonomía de 75 caballos, uno de sus principales atractivos es su precio. Y es que, contando con las ayudas del Gobierno, este AMI puede partir desde menos de 8.000 euros, un precio que, contando con que su consumo y su gasto por kilómetro es mínimo, se acaba amortizando al cabo de no mucho tiempo.

De momento su éxito en España está siendo muy moderado, pero no sería extraño que, con el paso del tiempo, fuera aumentando cada vez más su presencia en nuestras ciudades, especialmente en las que van a imponer cada vez medidas más restrictivas en cuanto a modelos de combustión.