Seguramente han sido muchos los consumidores que se han acercado algún concesionario en los últimos años con la intención de comprarse un coche y se han dado cuenta de que, a diferencia de lo que era habitual hace ya muchos años, hoy en día la inmensa mayoría de las marcas ya no incluyen una rueda de repuesto.

Teniendo en cuenta la normativa, en el Reglamento General de Vehículos especifica en su Anexo XII que los “turismos, vehículos mixtos y los automóviles destinados al transporte de mercancías con masa máxima inferior a los 3.500 kg deberán llevar una rueda completa de repuesto o una rueda de uso temporal, con las herramientas necesarias para el cambio de ruedas, o un sistema alternativo al cambio de las mismas que ofrezca suficientes garantías para la movilidad del vehículo. En estos casos se circulará respetando las limitaciones propias de cada alternativa”.

De esta forma, queda más que claro que, si bien es evidente que llevar una rueda de repuesto es siempre la mejor garantía de poder continuar circulando sin ningún tipo de problema, contando con un kit anti anti pinchazos podremos también seguir circulando de forma legal.

Los motivos por los que las marcas ya no venden coches con ruedas de repuesto

Por lo que se refiere a los motivos en concretos por los cuales las marcas han dejado de vender coches con ruedas de repuesto son varios, pero es más que evidente que el principal es porque acaba siendo un ahorro en cuanto a costes. Así, es mucho más barato para las marcas vender un coche con un kit anti pinchazos que vender un coche con una rueda de repuesto y todas las herramientas para poder montarla.

Por otro lado, también se puede argumentar que uno de los motivos por los cuales muchos coches y ahora cuentan con ruedas de repuesto es que, por un lado, se gana capacidad de carga en el maletero y, por otro, al ser menos pesado, el coche acaba consumiendo menos, aunque cabe destacar que seguramente la inmensa mayoría de los conductores en nuestro país preferirían seguir contando con la rueda de repuesto sin tener que pagar un sobrecoste, es decir, lo que era habitual hasta hace apenas unos años.

La parte positiva en este caso es que hoy en día los neumáticos son mucho más resistentes que hace unos años y que, a no ser que se produzca un reventón en la rueda, algo que no suele ser muy habitual, con el kit anti pinchazos podremos seguir circulando hasta encontrar un taller en el que nos cambien la rueda.