Por mucho que dentro de unos años los coches eléctricos vayan a ser los que realmente dominen en las carreteras españolas y en el resto de mercados del viejo continente, hoy en día siguen siendo muchos los conductores en nuestro país que no quieren saber nada aún de un coche con este tipo de mecánica.
Los argumentos en contra de los eléctricos no son pocos, y entre ellos se encuentra el hecho de que son modelos mucho más caros que los de combustión y que, sobre todo, cuentan con una autonomía también muy inferior.
En este sentido, es evidente que la inmensa mayoría de fabricantes que están apostando por los coches eléctricos argumentan que son coches pensados para desplazamientos cortos y para un uso diario sin que ello implique largas tandas con muchos kilómetros de por medio. No es casualidad entonces que la autonomía media de un coche eléctrico en nuestro país ronde los 400 km, con algunos quedarnos en poco más de 200 y con los mejor dotados superando los 600.
Los cargadores, uno de los principales problemas de los eléctricos en España
Pero seguramente el principal problema al que se enfrentan los eléctricos en nuestro país eso es lo que se refiere a la red de cargadores. A diferencia de lo que ocurre la inmensa mayoría de países de Europa, que están mucho más avanzados en este sentido, España sigue estando muy por detrás de la media.
Actualmente existen cerca de 23.000 puntos de carga públicos en nuestro país, de los cuales, eso sí, alrededor del 75 % son de carga lenta, algo que no favorece precisamente afrontar un largo viaje con muchos kilómetros de por medio de una forma sencilla.
Eso sí, lo peor en este caso es que, tal y como informan desde el Barómetro de Electromovilidad de la ANFAC, el 23 % de los cargadores públicos actualmente disponibles en nuestro país no funcionan, es decir, no están operativos. Un dato que no ayuda precisamente a que aquellos conductores que tienen dudas al respecto de comprarse un eléctrico y poder afrontar un largo viaje con garantías cambien su opinión.
En los planes del gobierno está evidentemente el de mejorarla y falta infraestructura en este sentido, entre otras cosas porque dentro de en teoría no muchos años la inmensa mayoría de coches nuevos que se vendan en España serán eléctricos. Eso sí, hasta entonces, España seguirá y sigue siendo un país muy atrasado en este sentido.