Ford se enfrenta a una demanda colectiva en Estados Unidos relacionada con el Transit Trail, la versión camperizada de su furgoneta más popular. El conflicto surge por un fallo de diseño en el sistema de ruedas que afecta directamente a las capacidades todoterreno del modelo. El defecto, identificado por numerosos propietarios, provoca que los neumáticos de gran tamaño instalados de serie rocen con los pasos de rueda delanteros al girar o frenar, especialmente cuando el vehículo va cargado.

El Transit Trail se presentó como una furgoneta pensada para la aventura, con tracción total y neumáticos de 30,5 pulgadas como parte de su equipamiento específico. Sin embargo, esta configuración ha demostrado no ser compatible con la geometría del vehículo. El roce constante de las ruedas no solo compromete la seguridad, sino que también puede derivar en daños graves en los neumáticos o incluso en una pérdida de control en situaciones exigentes.

 

En marzo de 2024, Ford decidió intervenir mediante una llamada a revisión que implicaba la sustitución de los neumáticos originales por otros de menor diámetro, concretamente de 28,5 pulgadas. Esta medida, aunque elimina el contacto con los pasos de rueda, rebaja la altura libre al suelo y reduce considerablemente las prestaciones fuera del asfalto. Lo destacable en este caso es que la solución adoptada degrada el rendimiento del Transit Trail hasta niveles similares a los de las versiones estándar, sin preparación para uso intensivo en terrenos difíciles.

El conflicto legal expone un problema estructural no resuelto

La demanda fue presentada en mayo de 2025 en un tribunal federal y alega que Ford tenía conocimiento del defecto antes de comercializar el modelo. Los propietarios consideran que la respuesta de la marca no solo ha sido insuficiente, sino que implica una degradación funcional del vehículo sin ofrecer compensaciones económicas ni alternativas técnicas efectivas.

 

Por otro lado, los demandantes argumentan que el problema de fondo no se ha solucionado: el rediseño de los neumáticos no corrige la incompatibilidad estructural entre la carrocería del Transit Trail y los componentes del paquete Trail. La percepción general entre los afectados es que han adquirido un producto promocionado como apto para aventuras todoterreno, pero que, en la práctica, ha perdido parte de esas capacidades sin aviso ni resarcimiento.

Llama especialmente la atención que la producción del Transit Trail se haya interrumpido de forma silenciosa en 2025, tras apenas tres años en el mercado. Aunque la compañía ha atribuido esta decisión a factores logísticos y a una caída en la demanda, el contexto legal y técnico en torno al modelo sugiere un trasfondo más complejo.

La resolución de este caso podría sentar un precedente relevante en la industria, al tratarse de un ejemplo claro de cómo un fallo de diseño no resuelto a tiempo puede traducirse en un problema reputacional y económico de gran alcance para un fabricante. Mientras tanto, los clientes afectados continúan a la espera de una respuesta definitiva que restituya la funcionalidad que esperaban al adquirir el vehículo.