No es que sea ningún secreto, y ahí están las cifras de ventas para demostrarlo, que los motores diésel no pasan precisamente por su mejor momento. A diferencia de lo que ocurría hace ya unos años, cuando este tipo de mecánicas pudieran incluso presumir de ser más exitosas que las mecánicas de gasolina, hoy en día los días se lo han perdido muchísima cuota de mercado.
Es más, al menos en nuestro país, así como ocurre también en la inmensa mayoría de mercados potentes a nivel europeo, la cuota de mercado que tienen los modelos híbridos, ya sean los autorecargables o los microhíbridos, es bastante superior a lo que tienen los diésel, que ronda el 15 % en las carreteras españolas.
Un tipo de mecánica, los diésel, que, tal y como ha ocurrido siempre, está pensada precisamente para aquellos conductores que vayan a realizar un número muy elevado de kilómetros al año y, sobre todo, lo vayan a hacer en autopistas y carreteras altas velocidades, donde este tipo de mecánicas acabó ofreciendo su mejor rendimiento y, además, un consumo bastante menor que el que tienen los modelos con motores de gasolina.
Los coches con motor diésel están en el punto de mira
Eso sí, cabe tener en cuenta que, por mucho que los motores de combustión de gasolina también está en el punto de mira de instituciones como la Unión Europea, los diésel tienen aún un futuro más negro por delante.
De hecho, ha sido un estudio realizado por la ACEA, la asociación europea de fabricantes de automóviles, el que ha revelado que, con la implantación de la nueva normativa de emisiones europea euro 7, entrar en vigor en el verano de 2025, el coste de fabricación de los coches diésel teniendo en cuenta la adaptación que deberá realizar los fabricantes para que estos motores cumplan con la normativa, será de más de 2600 € más respecto a lo que cuesta fabricar un coche con este tipo de motor hoy en día.
Evidentemente, este coste más elevado a la hora de fabricar un coche diésel acabará derivando el que el precio de venta al público sea también más alto, algo que no va a ayudar en ningún caso a una mecánica que está viviendo ya un momento muy delicado.
No es de extrañar entonces que, como bien saben los que siguen teniendo en vez de hacerse con un diésel, sus acciones en el mercado europeo sean cada vez menores, teniendo en cuenta que son muchos los fabricantes que están dejando de contar con este tipo de acciones mecánicas en sus gamas.