Como bien saben aquellos que suelen realizar largos viajes en nuestro país, lo más habitual es que, a no ser que el viaje sea de pocos kilómetros y vayamos a estar poco tiempo en el coche, se realiza algún tipo de parada ya sea en una gasolinera o en un área de descanso para repostar, tomar algo y estirar un poco las piernas y descansar. Es más, hacerlo es algo que está recomendado por la DGT, entre otras cosas porque conducir mucho tiempo seguido puede acabar afectando a los reflejos siendo el cansancio uno de los principales motivos de accidentes en nuestro país.
El problema en este caso es que, como bien saben aquellos que por desgracia lo han sufrido, es precisamente en este tipo de paradas en gasolineras o en áreas de descanso cercanas a las autovías y las autopistas donde los últimos tiempos se están produciendo una serie de robos con un sistema que los ladrones han perfeccionado en los últimos tiempos.
Los robos a través de inhibidores de frecuencia
Y ese sistema no es otro que el de utilizar un inhibidor de frecuencia. La estrategia por parte de los ladrones es muy sencilla, y no es otra que, utilizando este inhibidor de frecuencia, bloquear las ondas de los sistemas de cierres centralizados de nuestro coche de tal manera que, aunque nosotros podamos pensar que el coche se ha cerrado, en realidad no lo ha hecho, y los ladrones aprovechan precisamente esos minutos en los que estamos o bien pagando la gasolina o bien tomando algo en el bar para robar todo lo que hay dentro del coche.
De esta forma, evidentemente la mejor manera de evitar que nos ocurra algo así es comprobar que realmente el coche se ha cerrado antes de entrar en la zona de pago o en el bar de la gasolinera con el área de descanso en cuestión, así como evidentemente estar atento a comportamientos extraños de las personas que están cercanas a nuestro coche.
Cabe tener en cuenta también que este sistema no se utiliza tan solo en gasolineras o en áreas de descanso sino que cada vez también es más habitual en zonas como son los parkings de los grandes centros comerciales y donde evidentemente el volumen de coches aparcados es también muy superior y para los ladrones resulta extremadamente fácil hacer uso de estos inhibidores de frecuencia.