Si algo ha caracterizado históricamente a Citroën ha sido la apuesta de la marca francesa por intentar diferenciarse del resto de fabricantes a través de los diseños de sus modelos. En este sentido, si bien es cierto que el fabricante siempre opta por tener al menos un modelo en los segmentos importantes a nivel de ventas, en algunos casos son modelos que se diferencian claramente del resto precisamente por sus líneas.

El mejor ejemplo actualmente en este sentido es el Citroën C4, un modelo que entra en el segmento de los compactos, que desde la marca hablan de él como si fuera una berlina pero que en realidad no deja de ser un crossover. Contar con esa carrocería diferente al resto de compactos y que se queda medio camino entre un compacto y un súper lo que lo ha convertido en una opción muy exitosa en España, entre otras cosas además porque tiene un precio realmente interesante.

 

Pero tan solo hace falta ver el catálogo de la marca francesa para darse cuenta de que el C4 no es el único modelo claramente diferenciado del resto. Es más, Citroën tiene un familiar que, como apuntan muchos, tiene un diseño tan propio que, o bien te gusta, o bien no te gusta nada.

El Citroën C5 X, un familiar diferente

No es otro que el Citroën C5 X, un modelo que cuenta con carrocería familiar, es decir, con ese extra tan necesario para muchas familias en cuanto a habilidad y capacidad de carga en su maletero pero, a su vez, con una distancia libre al suelo y una carrocería que lo convierte también en un crossover. De esta forma, sin llegar a ser un SUV, el Citroën C5 X se posiciona como un familiar tipo crossover y lo aleja de buena parte de sus rivales directos.

Lo mejor en su caso es que, tal y como saben los que se han interesado en uno de ellos, Citroën suele apostar por grandes descuentos en este modelo, teniendo ahora un precio de partida de la versión más sencilla que rondan los 27.000 €.

 

Una versión sencilla que llega con un motor de gasolina de 130 caballos de potencia sin ningún tipo de hibridación ni electrificación pero que llega, eso sí, unido a un sistema de transmisión automática y a un equipamiento de serie más que notable.

En la marca francesa saber muy bien que este C5 X no se va a convertir de momento en su modelo más vendido, pero ser una alternativa para familias que no quieren un SUV es siempre una buena opción en nuestro mercado.