Sacarse el carnet de conducir de coche o moto hasta 35 kilovatios puede ser una odisea. No por la dificultad de las pruebas teóricas o prácticas, sino por el colapso que existe a la hora de subir a examen. Apuntarse a la autoescuela y hacer el examen teórico suelen ser procesos muy rápidos. Pero la cosa se complica cuando llega el momento de hacer el examen práctico. Las listas de espera para subir a examen son muy largas, sobre todo en las grandes ciudades. Y es habitual tener que esperar algunas semanas para poder examinarse.

Un problema con el que quieren acabar la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE). Y es por eso que han instado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a que realice algunos cambios en la normativa con tal de acelerar el proceso de sacarse los permisos A1 y A2.

Así está la normativa en la actualidad

Cabe decir que el permiso A1 es el que permite conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos y una potencia de hasta 11 kilovatios, y se puede sacar a partir de los 16 años. También se obtiene automáticamente a los tres años de tener el permiso B. Mientras que el A2 es para motos con potencias inferiores a los 35 kilovatios, y se requiere tener más de 18 años.

Examen conducir moto / Youtube
Examen conducir moto / Youtube

Asimismo, en la actualidad el examen dura 35 minutos, que suelen cumplirse a rajatabla aunque a media prueba ya se sepa que no está aprobada. Sin embargo, esto puede cambiar próximamente tras la petición de CNAE.

Cambios sobre la mesa para los permisos A1 y A2

La institución reclama que las pruebas pasen a durar 30 minutos. Y que estas puedan ser interrumpidas  cuando se cometa una falta eliminatoria o se acumulen las infracciones suficientes para suspender la prueba.

Además, se establecería que los alumnos deban llevar un equipo compuesto por casco, botas, guantes, rodilleras y un peto de seguridad, además de un intercomunicador manos libres bidireccional y eficaz.

Eso no es todo. CNAE también pide que los examinadores no puedan realizar más de 10 pruebas al día. Y también que otros funcionarios puedan examinar tras haber superado cursos de cualificación.

Como decíamos, el objetivo de todo ello es reducir las listas de espera para examinarse, así como que el acceso a estos permisos sea más rápido para los aspirantes.