En las últimas semanas se han vuelto a disparar los precios de la gasolina y el diésel. Más en el segundo carburante que en el primero. Concretamente, en la última semana, la gasolina ha subido un 2,16%, mientras que el diésel lo ha hecho en un 2,45%. La buena noticia para quienes usan gasóleo es que este mantiene su precio por debajo de la gasolina. El litro de gasolina está sobre los 1,687 euros, mientras que el diésel está en los 1,555 euros.
Asimismo, la gasolina ha subido mucho más que el diésel si tenemos en cuenta los datos de todo el año. Desde enero, la gasolina ha escalado un 19,3%, mientras que el diésel lo ha hecho en un 2,9%. Mientras que con los precios actuales, la gasolina es un 3% más barata que hace un año y el diésel es un 11,3% más económico.
Dos factores que motivan la subida del precio del combustible que no desaparecerán
Existen varios factores que influyen en las subidas y bajadas de precio. El principal, el precio del barril de petróleo. Actualmente está por encima de los 85 dólares. Un alto precio que responde a las medidas de la OPEP+, que ha aplicado la reducción de la extracción de crudo. Esta medida fue anunciada en noviembre del año pasado y debía ponerse en marcha en mayo de este año, pero finalmente no fue hasta recientemente cuando el plan se puso en marcha.
Otro de los hándicaps lo encontramos en la prohibición de importar productos desde Rusia. Esta medida, que aumenta la escasez de combustible y se puso en marcha en febrero, tiene ahora sus consecuencias. A más demanda, mayor precio. Es la ley del mercado.
Se espera un freno en la subida de precios a final de año
Estas dos medidas no van a desaparecer, lo que augura un futuro en el que los precios se mantendrán al alza. ¿Hasta cuándo? Según declaró Antonio Aceituno, director general de Tempos Energía, a Las Provincias, “podría durar al menos hasta final de año”. La buena noticia es que, por lo menos, ya tenemos fecha en la que llenar el depósito dejará de ser un acto de ricos. Veremos…