La próxima generación del BMW X3 inaugura una etapa completamente nueva con la llegada del iX3 sobre la plataforma eléctrica Neue Klasse. Este modelo no es una evolución directa del SUV conocido, sino una reinterpretación radical del concepto, enfocada en la electrificación total, el rendimiento digital y la conectividad integral. Con ello, BMW apuesta por redefinir el segmento, aunque algunos entusiastas del enfoque tradicional podrían encontrar ciertas decisiones difíciles de asumir.

 

El nuevo iX3 está desarrollado sobre una arquitectura de 800 voltios que permite recargas ultrarrápidas de hasta 400 kW. La batería, construida con celdas cilíndricas de última generación, prescinde de módulos intermedios, lo que mejora densidad energética, refrigeración y espacio disponible. Este avance se traduce en una autonomía cercana a los 800 kilómetros en condiciones óptimas, con una gestión eléctrica más eficiente y rápida. A esto se suma una centralización total de los sistemas clave del vehículo: dirección, frenos, propulsión y estabilidad operan en sincronía bajo una red electrónica de alta capacidad de procesamiento.

Alta tecnología con carácter dinámico

Lo destacable en este caso es el enfoque dinámico que BMW ha conservado a pesar del cambio de paradigma. El nuevo iX3 incorpora una arquitectura de control que permite respuestas prácticamente instantáneas, tanto en aceleración como en frenada regenerativa o ajuste de dirección. Esta tecnología está pensada no solo para incrementar la seguridad o la eficiencia, sino también para reforzar la sensación de conexión entre el conductor y el vehículo, en línea con la tradición deportiva de la marca.

La dirección eléctrica ha sido desarrollada para ofrecer un tacto directo y progresivo, mientras que el sistema de frenado permite una transición imperceptible entre recuperación de energía y freno hidráulico. Estas soluciones permiten mantener una conducción precisa, estable y predecible, incluso en condiciones de baja adherencia. El control del deslizamiento y el reparto de par se gestionan electrónicamente a velocidades que superan con creces lo que permitían las generaciones anteriores.

 

En el interior, el salto generacional es evidente. El habitáculo del nuevo iX3 prescinde en gran medida de mandos físicos, apostando por superficies táctiles y proyecciones digitales. El nuevo panel frontal panorámico, junto a un rediseño completo del sistema iDrive, concentra las funciones en un entorno más limpio, con mayor interacción por gestos y comandos de voz. Este cambio refuerza la sensación futurista del modelo, aunque puede alejarse del estilo clásico de los actuales X3.

 

El nuevo BMW iX3 representa un salto tecnológico de gran calado. Es más eficiente, más conectado y más avanzado que nunca, con una propuesta pensada para liderar una nueva etapa dentro del segmento de los SUV eléctricos. Pero su fuerte digitalización y su carácter rupturista también suponen un alejamiento del enfoque más analógico que definió a generaciones anteriores del X3. Un SUV que marca un antes y un después, no exento de debate entre los puristas de la marca.