BMW reorganiza la gama del XM de cara a 2026 con un movimiento decisivo que redefine su estrategia en el segmento SUV de altas prestaciones. La marca ha eliminado la versión intermedia de 653 caballos de potencia, dejando el catálogo limitado a dos extremos bien diferenciados: el XM 50e, con un sistema híbrido más racional, y el XM Label, con cifras de rendimiento propias de un superdeportivo. Esta reestructuración responde a una voluntad de simplificar la oferta y enfocar el modelo hacia una mayor diferenciación técnica y de público.

El nuevo punto de acceso a la gama lo representa el XM 50e, que mantiene un motor de seis cilindros en línea y 3,0 litros, combinado con un propulsor eléctrico. La potencia máxima conjunta es de 476 CV, una cifra que, junto a su eficiencia y etiqueta CERO, lo sitúa como opción equilibrada dentro del catálogo. En el otro extremo, el XM Label conserva su configuración de alto rendimiento: un V8 biturbo de 4,4 litros acompañado de un motor eléctrico integrado en la transmisión, capaz de generar un total de 749 CV y 1.000 Nm de par. Esta versión acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y es, actualmente, el BMW M de producción más potente.

 

La desaparición del XM de 653 CV supone la eliminación del punto medio que combinaba el V8 con un enfoque menos radical. Esta versión servía como equilibrio entre deportividad y uso diario, pero su supresión deja clara la intención de BMW: concentrar los recursos en productos más definidos, ya sea por su accesibilidad tecnológica o por su exclusividad prestacional.

Dos versiones opuestas, una misma identidad M

En este sentido, ambos XM han recibido mejoras para 2026 que optimizan su rendimiento general. La capacidad de carga en corriente alterna aumenta hasta los 11 kW, lo que permite reducir considerablemente los tiempos de recarga. Además, se han recalibrado el tacto del acelerador y la gestión del sistema híbrido para ofrecer una conducción más progresiva, tanto en ciudad como en entornos dinámicos. En ambos casos, la autonomía en modo eléctrico ronda los 75-76 kilómetros, gracias a una batería de 19,2 kWh útiles.

 

Lo destacable en este caso es la diferenciación estética y técnica entre versiones. El XM Label incorpora detalles exclusivos como nuevas opciones de pintura, llantas de 23 pulgadas en diseño específico y elementos de bienvenida animados. En el habitáculo, las combinaciones de tapicería en piel Merino y los acabados exclusivos refuerzan su carácter de edición superior. Por su parte, el XM 50e mantiene una apariencia más contenida, aunque con todo el equipamiento tecnológico habitual, incluyendo sistema de infoentretenimiento con pantalla curva y asistentes de conducción avanzados.

BMW no ha eliminado el XM, sino que lo ha redefinido. La gama para 2026 apuesta por dos propuestas muy diferenciadas: una más eficiente y otra absolutamente prestacional. Con esta maniobra, la firma no solo frena la desaparición del modelo, sino que redefine su papel dentro de la oferta M, reforzando su presencia en un mercado cada vez más polarizado entre la electrificación y la alta potencia.