El nuevo BMW i4 M60 xDrive en su versión 2026 supone un punto de inflexión dentro de la gama de altas prestaciones de la marca bávara. Con 601 CV y un par motor de 795 Nm, esta berlina eléctrica no solo se convierte en el modelo más potente de la serie i4, sino que también supera al actual M3 Competition xDrive, tradicional referencia en la categoría. La aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 3,7 segundos lo sitúa, sin matices, como un rival directo e incluso superior en términos dinámicos a su homólogo de combustión.
Este salto de rendimiento se apoya en una arquitectura eléctrica avanzada, con un sistema de propulsión dual y tracción total que ofrece un comportamiento preciso y contundente en cualquier situación. La batería, con una capacidad útil de 81,1 kWh, permite una autonomía homologada de hasta 542 kilómetros según el ciclo WLTP. Esta cifra refuerza la utilidad del modelo más allá de los entornos urbanos y permite su uso como berlina deportiva de largo recorrido, sin comprometer la experiencia de conducción.
Lo destacable en este caso es que BMW ha sabido integrar todas estas capacidades en una carrocería que mantiene las proporciones clásicas de la berlina coupé, con un diseño afinado por los detalles M Performance. A nivel visual, el i4 M60 xDrive se reconoce por sus llantas específicas, elementos aerodinámicos en acabado negro brillante, pinzas de freno sobredimensionadas y un difusor trasero que subraya su vocación prestacional. En el habitáculo, la atmósfera tecnológica se complementa con materiales de alta calidad, instrumentación digital avanzada y una interfaz centrada en el conductor.
Cabe destacar que este modelo no llega como una alternativa menor, sino como una declaración firme de intenciones. BMW está redefiniendo el futuro de sus berlinas deportivas sin esperar a que el mercado lo imponga, y lo hace posicionando a este i4 por encima de su icónica berlina M en aspectos clave como la aceleración y la entrega de par. El equilibrio entre eficiencia, potencia y confort alcanza en este modelo una síntesis que hasta hace poco parecía incompatible con la electrificación.
El eléctrico que pone en jaque al mito
Con la llegada del i4 M60 xDrive, BMW no solo amplía su oferta eléctrica, sino que pone en entredicho la vigencia del M3 como referente absoluto dentro de su catálogo de berlinas deportivas. Aunque ambos modelos convivirán durante un tiempo, la realidad es que el nuevo eléctrico impone un estándar que difícilmente pasará desapercibido. A igualdad de rendimiento —o incluso superándolo—, el i4 ofrece una experiencia más fluida, silenciosa y tecnológica, todo ello sin emisiones locales y con un coste de uso significativamente menor.
Por otro lado, la apuesta por dotar al i4 M60 de una identidad plenamente deportiva desmonta el argumento de que un eléctrico no puede igualar el carácter de un modelo M tradicional. El peso extra de la batería se compensa con una puesta a punto específica, una distribución de masas equilibrada y una respuesta inmediata del acelerador, factores que revalorizan la conducción deportiva bajo una nueva lógica.
En este contexto, la existencia del M3 como icono de combustión empieza a verse amenazada por una evolución inevitable. El i4 M60 xDrive no pretende imitar al M3, sino superarlo desde un enfoque distinto: más limpio, más directo y más acorde con los desafíos actuales. Así, BMW no solo cava la tumba del M3, sino que edifica sobre ella una nueva generación de deportivos con vocación eléctrica y argumentos sólidos para liderar el cambio.