En un escenario donde los todoterreno auténticos se han convertido en vehículos de lujo, con precios que en muchos casos superan con holgura los 80.000 euros, aparece una alternativa inesperada. El ICH-X K3 apuesta por recuperar la esencia del 4x4 clásico, combinando una estética robusta, capacidades reales fuera del asfalto y un precio mucho más accesible. Con una tarifa de partida de 43.900 euros, este modelo se posiciona más de 35.000 euros por debajo del Land Rover Defender, manteniendo una propuesta técnicamente solvente y con el valor añadido de la etiqueta ECO.

El planteamiento del K3 parte de una base sencilla: ofrecer un todoterreno de gran formato con tecnología moderna, sin perder de vista la funcionalidad. Mide 4,79 metros de largo y 2 metros de ancho, lo que lo sitúa en el segmento de los SUV grandes. Bajo el capó, incorpora un motor 2.0 turboalimentado de 245 CV, asociado a una caja automática de doble embrague y a un sistema de tracción total con gestión electrónica, diseñado para adaptarse a distintos tipos de superficie.

 

Uno de los aspectos que más llama la atención en este modelo es la integración de una mecánica bifuel, compatible con gasolina y GLP. Esta solución permite no solo reducir el coste por kilómetro en el uso diario, sino también acceder a la etiqueta ECO, con todas las ventajas que ello implica en términos de movilidad urbana y fiscalidad. Este enfoque híbrido no electrificado, aunque menos común, resulta especialmente interesante en un vehículo de estas características.

Prestaciones off-road y equipamiento sin recortes

En términos de capacidades todoterreno, el K3 no se queda en la apariencia. Cuenta con 22 centímetros de altura libre al suelo, ángulos de ataque y salida de 20º y 30º respectivamente, y una capacidad de vadeo de hasta 50 centímetros. Estas cifras lo sitúan en una posición competitiva frente a modelos reconocidos por su eficacia fuera del asfalto. Además, incorpora diferentes modos de conducción y una electrónica orientada al uso en condiciones de baja adherencia.

 

En el interior, el enfoque se mantiene en la misma línea: confort moderno con un equipamiento completo. Dispone de una pantalla central de 15,6 pulgadas, cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas, asientos con ajuste eléctrico y ventilación, climatización automática, tapicería de cuero y asistentes de conducción como control de crucero adaptativo, frenada autónoma o alerta de ángulo muerto. En este sentido, no sacrifica tecnología ni confort pese a su planteamiento económico.

Cabe destacar que el diseño exterior del K3 se inspira claramente en las formas angulosas y rotundas de los todoterrenos tradicionales. Esta identidad visual, sumada a su precio y a su capacidad real fuera del asfalto, lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan un vehículo funcional, sin los compromisos de un SUV y sin el coste de los modelos premium. El ICH-X K3 llega para ocupar un espacio cada vez más vacío: el del 4x4 accesible y auténtico.