El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, rechazó este viernes que el ciberespionaje que se produjo durante los últimos comicios haya afectado al resultado electoral, aunque reconoció que Rusia y China pueden estar detrás de esas acciones.

Lo dijo después de una reunión de dos horas con los máximos responsables de los servicios de inteligencia de la Administración de Barack Obama, en Nueva York, a dos semanas de que Trump se ponga al frente de la Casa Blanca.

El encuentro tuvo lugar en medio del escepticismo de Trump sobre las conclusiones que han sacado las autoridades del Gobierno saliente tras el análisis de los ataques cibernéticos que oscurecieron los últimos comicios.

Y se realizó un día después de que el titular de la Dirección de la Inteligencia Nacional, James Clapper, reafirmara ante un comité del Senado que Rusia llevó a cabo ciberataques para tratar de interferir en las elecciones presidenciales del pasado noviembre.

Clapper fue uno de los que se reunió hoy con Trump, y en la cita estuvieron también, entre otros, el director de la CIA, John Brennan; el del FBI, James Comey, y el de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Mike Rogers.

Encuentro constructivo

En un comunicado difundido minutos después de que terminara la entrevista, Trump aseguró que ésta había sido "constructiva" y aseguró que tiene un "tremendo respeto" por el trabajo que realizan los miembros de los servicios de inteligencia.

La reunión tenía por objeto, según portavoces de Trump, conocer los datos que poseía la Administración de Obama sobre estos ataques cibernéticos rusos para confirmar si estaban justificadas las conclusiones anunciadas.