"You are fake news!" La relación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la prensa crítica ha sido complicada desde el principio. El mandatario ama las cámaras y se vale en parte de los medios de comunicación (también de las redes sociales) para su popularidad, lanzando sus consignas siempre polémicas que suman minutos de televisión y copan titulares, con los que consigue llegar a su público. Que hablen mal o bien, pero lo importante es que hablen de ti, reza la frase atribuida a Dalí. Más allá de los constantes rifirrafes que ha tenido con algunos medios, ahora se ha constatado que su beligerante estilo de hacer política ha minado el índice de libertad de prensa en el país, según un informe.

Estados Unidos ha retrocedido dos posiciones, hasta el puesto 57, en la clasificación mundial de libertad de prensa que elabora anualmente la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). En su edición de 2025, el informe señala que "el segundo mandato de Trump ha provocado un preocupante deterioro de la libertad de prensa" y que "su Administración ha politizado las instituciones, reducido el apoyo a los medios independientes y marginado a los periodistas". La organización lamenta que el gobierno estadounidense ha "instrumentalizado motivos económicos falaces para someter a la prensa".

Cabe recordar la reciente polémica por el veto a la importante agencia de noticias americana Associated Press, a cuyos periodistas la Casa Blanca revocó el permiso para acceder al Despacho Oval, el avión presidencial Air Force One y a otros espacios restringidos del gobierno por no atenerse editorialmente a la decisión de Trump de rebautizar el golfo de México como 'golfo de América', alegando que se negaban a "aceptar la ley". Un juez ordenó a principios de abril levantar el veto, señalando que la prensa debe ser libre para elegir sus propias palabras sin represalias del Ejecutivo. Lo cierto es que Trump ha establecido nuevas reglas para los medios y será su propia Administración quien decidirá qué periodistas pueden seguirle y preguntarle, una tarea que hasta ahora correspondía exclusivamente a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA). En rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, abrió la puerta a incorporar a streamers, en perjuicio de los medios tradicionales.

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La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en rueda de prensa / EFE

Así, la organización denuncia el "grave impacto" del desmantelamiento de la agencia estadounidense para los medios de comunicación, la USAGM (en el marco de la política de reducción drástica del sector público que ha ejecutado Trump, encargada al magnate Elon Musk), que ha provocado el cierre de algunos medios históricos como Voice of America (VOA) y el despido de miles de empleados del sector.  "Más de 400 millones de personas en todo el mundo se han visto privadas, de la noche a la mañana, de acceso a una información fiable", asegura RSF al respecto. El informe afirma también que la congelación de los fondos de la histórica USAID, la mayor agencia de cooperación gubernamental del mundo, obligó a cerrar algunos medios más allá de las fronteras estadounidenses, especialmente en Ucrania.

Por otro lado, Reporteros sin Fronteras cree que la crisis económica de los medios está convirtiendo en desiertos informativos extensas regiones del país. De acuerdo con la clasificación que hace la entidad, EE.UU. ha perdido 14 puntos en los últimos dos años en el indicador económico. "Más del 60 % de los periodistas y expertos en medios encuestados por RSF en Arizona, Florida, Nevada y Pensilvania coinciden en que es 'difícil ganarse la vida como periodista' y el 75 % afirma que 'la viabilidad económica de un medio de comunicación de tamaño mediano es difícil'", señala el informe. Con todo, el informe recoge también que los problemas económicos de la prensa se dan en 160 de 180 países y avisa que el cierre de medios de comunicación son algo "constante".

Caída de 15 puestos en cuatro años: una tendencia que ya venía de Biden

Si bien este año solo ha retrocedido dos puestos con respecto al 2024, se trata de una profundización en una tendencia que ya se venía advirtiendo desde hace tiempo. Hace cuatro años, Estados Unidos se encontraba quince puntos más arriba en la clasificación. En términos de libertad de prensa a nivel global, el país ocupaba el puesto 42 en 2022; luego cayó al 45 en 2023; al 55 en 2024 y al 57 ahora. Esto muestra, asimismo, que la caída en el índice de libertad de prensa de Estados Unidos ya viene de la época de Joe Biden en la Casa Blanca. De hecho, la principal caída se produjo en el mandato del demócrata, con diez puestos de golpe en la lista en 2023, y Trump solo ha continuado esa tendencia.

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Joe Biden en rueda de prensa / EFE

De Noruega a Eritrea, pasando por España

En términos generales, los tres países con mejor valoración en materia de libertad de prensa son, según Reporteros Sin Fronteras, Noruega, Estonia y Países Bajos, mientras que los tres últimos son China, Corea del Norte y Eritrea, que ocupa el puesto 180. España, por su parte, ha alcanzado su mejor resultado en el índice, al quedar en el puesto 23 de 180 este 2025, con una mejora de siete posiciones en un año. Con todo, el informe avisa de numerosas "demandas legales abusivas contra periodistas" y la "precariedad cronificada intolerable" en el sector, que propician la autocensura y ser más vulnerable a presiones. También se denuncian la Ley Mordaza y que existan "delitos de opinión" como la ofensa a los sentimientos religiosos o las injurias a la Corona.