"Hillary Clinton ha dejado un legado de muerte, destrucción y debilidad". Así empezaba su discurso de aceptación de la candidatura republicana Donald Trump, que añadía que el panorama que dejó la candidata demócrata a su paso por la secretaría de Estado –entre el 2009 y el 2013– "no tiene que ser el de los Estados Unidos" porque sino, "los problemas a los cuales nos enfrentamos ahora continuarán siempre que mantengamos las mismas políticas que los crearon".

Pero la cosa no acabó aquí. Trump cargó fuerte contra la campaña de Clinton en materia de política exterior, inmigración, comercio, educación y protección del derecho a las armas, así como para ser una "títere de los grandes negocios" y "ser representativa de un sistema trucado". Sin dejar de sacar trapos sucios, el candidato republicano aseguró que, mientras "el mensaje de Clinton es que las cosas nunca cambiarán, el mío es que las cosas tienen que cambiar y lo tienen que hacer ahora mismo".

Para ser más convincente, Trump puso sobre la mesa la cuestión de los correos electrónicos de la candidata demócrata cuando era secretaria de Estado e instaló en su casa de Nueva York un servidor con su e-mail personal y lo tildó de "corrupción que ha llegado a unos niveles nunca vistos antes".

Pedirá a la OTAN que pague

Dejando un poco de aire a las críticas constantes contra su rival a la carrera por la presidencia de la Casa Blanca, Trump anunció que pedirá a los socios de la OTAN que "paguen su parte", ya que considera que "está obsoleta porque no cubría de manera apropiada el terrorismo" y, como siempre, los EE.UU. están poniendo el coste".

El candidato republicano prometió reconstruir las fuerzas armadas y que, por eso, "los países que protegemos, a un coste masivo para nosotros, los pediremos que paguen su parte justa". A su parecer, la defensa colectiva de la OTAN sólo se tendría que activar si los países atacados han pagado su aportación a la Alianza.

Trump también abogó para "trabajar con nuestro mayor aliado, el estado de Israel" para "trabajar con todos los aliados que comparten nuestro objetivo de destruir el Estado Islámico". "Ganaremos y ganaremos rápido", sentenció.

Clinton vs. Trump

Después de escuchar las palabras del candidato republicano, el jefe de campaña de Clinton, John Podesta, no pudo aguantarse las ganas de desprestigiarlo y soltó que Trump "no ha propuesto soluciones reales para las familias trabajadoras" .

En cambio, para Podesta, lo que sí que ha hecho Trump es "crear más perjuicios y paranoia", además de "dibujar una imagen sombría de EEUU en decadencia" porque "su solución fue un nuevo recordatorio de que no está calificado para ser presidente".