La retirada de la ministra de Energía, Andrea Leadsom, de la carrera para aspirar a liderar el Partido Conservador británico deja vía libre a la diputada y ministra de Interior, Theresa May, para convertirse en primera ministra británica. De confirmarse, May sería la segunda mujer en ocupar el número 10 de Downing Street después de Margaret Thatcher. 

La incertidumbre política desatada después de la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea comportó la inmediata dimisión de David Cameron. El liderazgo del partido quedó vacío al menos hasta el 9 de septiembre, fecha en la que la militancia "tory" tenía previsto someterse a una votación para determinar quién sucedería a Cameron.

May, a pesar de ser de carácter euroescéptico, apoyó la permanencia del Reino Unido en la votación. Por el contrario, Leadsom se mostró de forma entusiasta por la campaña del Brexit. Ambas eran las finalistas del proceso de sucesión después de la eliminación de Michel Gove, Liam Fox y Stephen Crabb en otras dos votaciones.

May partía como clara favorita para la sucesión de Cameron al haber obtenido el pasado jueves apoyo de 199 diputados conservadores, frente a los 84 que posicionaron a favor de Leadsom. En su discurso de renuncia, Leadsom ha reconocido que un 25% no es "suficiente apoyo parlamentario para liderar el partido" en un momento en el que necesitan "nombres fuertes", de manera que considera que May "es la persona ideal para dirigir el Ejecutivo".