Ya son 42 días de guerra en Ucrania. En los últimos días, las informaciones sobre el horror de Bucha han protagonizado portadas y titulares, pero lo que también tiene un papel importante en esta guerra es la propaganda. Y es que la propaganda, en una guerra, siempre tiene un papel clave y unos objetivos. Se ha hablado mucho sobre la propaganda de Rusia, del Kremlin y del presidente del país, Vladímir Putin. "Uno de los primeros objetivos propagandísticos de Rusia es que precisamente los objetivos de la guerra no estén claros", explica Miguel Vázquez Liñan, experto en propaganda rusa y Coordinador en el Grupo de investigación en Memoria Histórica y Comunicación y profesor de la Universidad de Sevilla. "Al principio se hablaba de desarmar y desnazificar. Son ambiguos. Cualquier pequeña consecución puede ser interpretada como se ha cumplido un objetivo. La propaganda era no aclarar los objetivos, por eso estamos a la expectativa porque no sabemos qué quería exactamente. En conversación con ElNacional.cat destaca que "la propaganda de guerra tiene como finalidad principal justificar la guerra. Hacer ver que una guerra es justa desde el punto de vista ético y jurídico. Los dos bandos, en una guerra, se acusan de estar incumpliendo el derecho internacional". En este sentido, el experto constata que "Putin justifica la guerra con una exageración de una cosa que tiene de fondo algo comprensible: una potencia asediada en sus fronteras porque la OTAN está cada vez más cerca. Llega un momento, que dice, daremos un puñetazo sobre la mesa". ¿Sin embargo, por qué se habla de nazis? En este sentido, juega con la memoria histórica porque la Segunda Guerra Mundial siempre ha tenido un papel muy importante en Rusia.

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Tumbas delante de un edificio residencial en Bucha / Efe

¿La guerra vive de la propaganda o la propaganda vive de la guerra?

Y es que "no hay guerra sin propaganda". "Se tiene que tener en cuenta que la propaganda se pone en marcha durante la guerra. Rusia tiene las de perder en Occidente porque es el país agresor, tiene que justificar lo que está haciendo". De esta manera, Vázquez Liñan constata que siempre es más complicado justificar al agresor que el agredido. Ahora bien, plantea la duda que tal vez se le ha dado en Ucrania un crédito exagerado "porque lo que dice el agredido es cierto y la otra parte, falsa. Se está viendo la guerra como Ucrania contra la segunda potencia armamentística mayor del mundo. Y Ucrania aparece como se están defendiendo los valores democráticos contra una tiranía. Rusia parte con una cierta desventaja". Y es que aunque Rusia es agresora y Ucrania la agredida, el relato es sesgado (como en todas las guerras). Vázquez Liñan no habría cerrado el acceso a los canales RT ni Sputnik porque excepto algunos países donde tienen más audiencia, su repercusión es más bien residual. "Habría explicado claramente qué son, pero no los habría cerrado". Porque en este contexto, hay que recordar que agencias como TASS o Ria Novosti continúan en activo y son accesibles. En este sentido, el experto destaca que no tienen tanta influencia como las otras fuera de Rusia. Sin embargo, con el apagón informativo, el investigador resalta que Putin ha invadido Ucrania y también Rusia "porque lo ha convertido en un régimen autoritario con incapacidad de expresarse con libertad, con castigos a escala dictatorial, por delitos de libertad de expresión, manifestación y asociación". "Ha habido una ocupación del país. El otro día dijo escoria quintacolumnista en los que habían dado apoyo en Occidente o los que se habían marchado de Rusia".

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Dos soldados ucranianos por Bucha / Efe

En Rusia, sin embargo, hay mucha gente. "Hay una parte de la población que da apoyo, en mayor o menor medida, a Putin, pero dar apoyo a sus políticas tampoco implica dar apoyo a esta guerra. Aunque el esfuerzo de la propaganda va calando. Esta gente no hace el esfuerzo por salir de medios oficiales, y eso deja una mirada en el mundo muy reducida. Lo que podría pasar, es que Rusia acabe más cerrada en sí misma, aunque mirando el mapa, hay muchas dificultades para que Rusia acabe siendo un país aislado. Lo que sí que podría repetirse es algo similar a la URSS". La propaganda, en este sentido, "simplifica los argumentos y acostumbra a dibujar una situación donde se enfrentan el bien y el mal y hay pocos espacios para los grises". De esta manera, Putin ha llevado cierta estabilidad al país. "Se ha vendido como el líder que no permitirá que Rusia pierda poder a escala internacional. Lo ha hecho dibujando un país rodeado de enemigos, la OTAN, la Unión Europea... Todos están contra Rusia y tiene que estar preparada para defenderse. Si consigues que esta visión cale, la de un país rodeado de enemigos, eres un país en guerra y te comportas como tal. Y, por lo tanto, es necesario tener un líder fuerte y militar. Así se explica la propaganda de los últimos años".

También hay propaganda en Ucrania

"Cuando una guerra empieza, todos los bandos del conflicto ponen sistemas de propaganda. De todos los bandos, porque nunca son solo dos bandos. Precisamente por eso es complicado fiarse que se publica en guerra, sobre todo, de los datos y canales oficiales. Creer cifras de heridos de Rusia o de Ucrania me parece uno sin sentido". "Lo que ha pasado a Bucha es terrorífico y cada uno explica su propia versión. Antes de hablar contigo, miraba el canal ruso y se decía que Ucrania había escogido Bucha porque es fácil de pronunciar. El objetivo fundamental de los dos bandos es crear confusión".

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Cuerpos de personas tapados con bolsas de plástico en una fosa a Bucha / Efe

"La versión rusa no nos está llegando, y a los ucranianos no les conocíamos tanto. Para la mayor parte de medios de comunicación es difícil saber qué ha pasado. Eso podría ser un titular revolucionario: no tenemos ni idea de cómo entender lo que está pasando porque la información es radicalmente diferente. No digo que no se publiquen análisis magníficos sobre la guerra, porque se publican análisis magníficos sobre la guerra, pero la información que llega se tiene que mirar con cierto escepticismo". Lo que sí que afirma el experto, sin embargo, es que la guerra se tiene que detener para poder hablar con normalidad. "No hay una relación de igualdad, porque Rusia está agrediendo un país que hace 8 años que ha invadido. Tienen derecho a defenderse. Otra cosa es el crédito que se le está dando. Sin embargo, no les podemos poner en el mismo saco porque uno es el agresor y el otro el agredido".

 

Imagen principal: una mujer lleva comida en un cesto al lado de un edificio estropeado en Bucha, cerca de Kyiv / Efe