Las autoridades de Suecia han confirmado este viernes la existencia de restos de explosivos en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, que sufrieron un acto de "sabotaje" a finales de septiembre pasado. "En las investigaciones que se hicieron en el lugar en el mar Báltico se incautaron muchos objetos y el área está documentada de forma minuciosa. Los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrados", ha informado a la Fiscalía sueca en un comunicado.

El pasado 27 de septiembre, la Dirección General de Energía de Dinamarca declaró la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico tras detectarse tres fugas en los gaseoductos rusos Nord Stream 1 y 2. "La rotura de las tuberías ocurre rara vez, por eso vemos motivo para aumentar el nivel de emergencia como resultado de los hechos ocurridos el último día. Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro", constataba en un comunicado. 

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Las autoridades danesas informaron inicialmente de una fuga en el Nord Stream 2 en aguas danesas en el Báltico y, posteriormente, de otras dos en el Nord Stream 1, una en aguas de este país nórdico y otra en las de la vecina Suecia, cerca de la isla de Bornholm. Ambos gaseoductos estaban fuera de servicio: el Nord Stream 1 llevaba detenido semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún operaba; el otro nunca estuvo en funcionamiento, al suspender Alemania el proceso de aprobación poco antes de la intervención militar rusa en Ucrania.

En busca de sospechosos

El fiscal encargado del caso, Mats Ljungqvist, ha apuntado que el trabajo de análisis avanzado continúa "para sacar conclusiones más seguras sobre los hechos", pero que se trata de una investigación "muy compleja y amplia" y que su evolución determinará "si se puede señalar a algún sospechoso". "La colaboración con las autoridades de Suecia y otros países funciona de forma excelente. Para continuar con la tarea y para esa cooperación es importante trabajar con calma y tranquilidad", ha afirmado Ljunqvist.

La Fiscalía sueca ya había informado hace un mes de que se reforzaban las sospechas de un posible sabotaje tras finalizar la inspección de las tuberías dañadas. En total se localizaron dos fugas en cada gasoducto (ambos fuera de servicio), dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, que los gobiernos afectados calificaron pronto como "sabotaje". Las autoridades danesas también tienen abierta una investigación, mientras la compañía operadora del gaseoducto Nord Stream 1, controlada por el gigante ruso Gazprom, envió a finales de octubre a la zona una embarcación para examinar los daños. 

La posición rusa

Tanto los países afectados como el resto de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia hablan de sabotaje, aunque difieren en cuanto a la posible autoría. Moscú ha acusado a países "anglosajones" de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington, mientras algunos países occidentales han apuntado en la dirección contraria.