Un nuevo capítulo que muestra que el debate migratorio sigue en el ojo del huracán en todo Occidente. El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, ha anunciado este viernes la creación de un carnet de identidad digital que será obligatorio para trabajar o alquilar una vivienda. El objetivo último del Ejecutivo de Starmer es el de disuadir la inmigración ilegal con trabas para el acceso a un trabajo o a una vivienda a quien esté residiendo de manera irregular en el país. La medida, sin embargo, ha suscitado debate en un país en el que no hay un equivalente al DNI español y los ciudadanos, por lo tanto, se identifican con pasaporte, carné de conducir u otros documentos.
El carné digital implicará la creación de una base de datos centralizada. La credencial se integrará en la futura cartera digital del Gobierno y se podrá almacenar en el teléfono del usuario con cifrado de "última generación", si bien no será obligatorio llevarla encima ni mostrarla salvo en los casos exigidos: demostrar el derecho a trabajar ante un nuevo empleo y, en una segunda fase, para alquilar una vivienda. El carné, que se prevé que entre en vigor esta legislatura previa probación de una ley, incluirá nombre, fecha de nacimiento, nacionalidad o estatus de residencia y foto para verificación biométrica. Si el móvil se pierde, los datos podrán revocarse y reemitirse, de acuerdo con una nota del Ejecutivo de Starmer.
El gobierno británico subraya que el documento permitirá agilizar trámites como la obtención del permiso de conducir, el acceso a historiales fiscales y la solicitud de ayudas sociales, reduciendo la necesidad de papeleo. Actualmente, en procesos burocráticos en el Reino Unido hay que probar la identidad con varios medios a la vez, lo que puede incluir también, por ejemplo, la presentación de facturas para demostrar la residencia. Asimismo, el Ejecutivo abrirá este año una consulta pública para definir el servicio y garantizar el acceso de personas sin teléfono inteligente, facilitando asistencia presencial para colectivos vulnerables, según se detalla en un comunicado.
Starmer: "Una frontera segura y una migración controlada son demandas razonables"
Según el primer ministro, la nueva herramienta servirá para cerrar el acceso al mercado laboral a quienes no tienen permiso legal para residir en el país y reducir así uno de los principales reclamos de las travesías irregulares desde Francia en bote por el canal de la Mancha. "Una frontera segura y una migración controlada son demandas razonables, y este Gobierno está escuchando y cumpliendo", ha aseverado Starmer para justificar la medida. A su juicio, la identificación digital "endurecerá la lucha contra el trabajo ilegal y ofrecerá a los ciudadanos ventajas al demostrar su identidad para acceder rápidamente a servicios clave". La propuesta surge, además, tras meses intensos en los que el debate migratorio ha estado en el centro de la agenda británica y en los que se han producido importantes manifestaciones antiinmigración en el país para denunciar un supuesto deterioro de la seguridad. Con la cuestión erosionando las encuestas, Starmer ha virado el discurso a posiciones más cercanas al Partido Conservador.
Un largo debate en el Reino Unido, donde el DNI se ve como una amenaza a la privacidad
El proyecto revive un debate que ya fracasó en 2006, cuando el Gobierno laborista de Tony Blair intentó implantar un carné físico, anulado en 2010 por los conservadores al considerarlo costoso y una amenaza a la privacidad, mientras que otros sistemas barajados después tuvieron alcance limitado. De hecho, la nueva propuesta de Starmer ya genera debate en el Reino Unido, con la oposición de algunos políticos y organizaciones sociales que temen una excesiva intromisión del Estado en su privacidad.