Aunque hasta ahora había conseguido escapar de las sanciones que los países europeos habían impuesto a los oligarcas rusos y sus inmensas fortunas, en las últimas horas el gobierno británico ha apostado por castigar a Roman Abramovich por sus vínculos con Vladímir Putin cuando ya han pasado 14 días desde la invasión rusa de Ucrania. Concretamente, ha congelado sus activos y se le ha prohibido viajar. Estas sanciones lo afectan a él y seis oligarcas rusos mes, entre los cuales Igor Sechin, Oleg Deripaska y Dmitri Lebedev. Deripaska tiene participaciones en la empresa anglo-rusa de energía y metales En+ Group, Sechin es el consejero delegado de la empresa petrolera rusa Rosneft y Lebedev es el presidente del consejo de administración del banco ruso Rossiya. Por su parte, Abramovich se hizo muy popular en Inglaterra después de comprar el Chelsea, uno de los clubs de fútbol más importantes del país, ya hace casi 20 años.

 

Pocos días después del estallido de la guerra, Abramovich había anunciado su intención de vender el club de fútbol y dar el dinero a asociaciones de víctimas ucranianas, pero esta decisión de Downing Street lo cambia todo. Si bien el Reino Unido ha anunciado una licencia que permite al Chelsea seguir actuando como equipo de fútbol, el oligarca no lo podrá vender, tal como había anunciado que tenía la intención de hacer. Pero no solamente él se verá afectado, ya que el club no podrá vender entradas a los aficionados que quieran ir a ver un partido y solo podrán asistir los socios y abonados. Tampoco podrá incorporar nuevos fichajes en la plantilla ni vender jugadores. De momento, desde el entorno del magnate se han negado a hacer declaraciones sobre el efecto de estas sanciones, tal como recoge la agencia Reuters.

Las palabras de Johnson

El gobierno británico ha confirmado las sanciones en un comunicado: "Dado el impacto importante que tendrán las sanciones de hoy al club de fútbol del Chelsea y los posibles efectos que se derivarán, el Gobierno ha publicado esta mañana una licencia que autoriza al equipo a seguir llevando a cabo varias actividades relacionadas con el fútbol". Concretamente, estas son "permisos para que el club siga jugando partidos y otras actividades relacionadas con el fútbol. Así, también se protege la Premier League, los seguidores fieles del Chelsea y el resto de clubs". Con todo, puntualizan que la licencia solamente permite ciertas acciones "para garantizar que la persona afectada no pueda eludir las sanciones del Reino Unido" y que el informe se irá revisando, trabajando estrechamente con las autoridades del fútbol británico.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ya se ha pronunciado sobre estas últimas sanciones: "No puede haber ningún refugio para aquellos que han dado apoyo al cruel ataque de Putin sobre Ucrania. Las sanciones de hoy son una nueva pasa en el firme apoyo del Reino Unido a la población ucraniana. Seremos despiadados a la hora de perseguir aquellos que permiten el asesinato de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos," ha clamado Johnson.