El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reafirmado su determinación de tomar el control de la región del Dombás por “medios militares u otros” en medio de los preparativos de nuevas conversaciones de paz entre Ucrania y los Estados Unidos. Las declaraciones de Putin refuerzan las exigencias territoriales de Moscú, mientras las perspectivas de compromiso continúan pareciendo difíciles e inciertas.

Putin hizo estas afirmaciones en una entrevista con India Today antes de llegar a Nueva Delhi para una reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi. Según los medios rusos, el presidente declaró que Rusia “liberará Dombás y Novorossiya en cualquier caso, por medios militares u otros”. En la misma entrevista, Putin añadió que la guerra terminará cuando se cumplan los objetivos iniciales de la “operación militar especial”, es decir, la conquista de determinados territorios.

La región del Dombás es uno de los principales puntos de disputa, con territorios parcialmente controlados por Rusia, pero que aún no han sido totalmente anexionados. Novorossiya, término histórico que hace referencia a territorios occidentales del viejo Imperio Ruso, ha sido reactivado por Putin en su narrativa, igual que hizo con Crimea en 2014. La exigencia rusa de que Ucrania ceda territorio, que las autoridades ucranianas continúan rechazando, hace que cualquier avance negociado parezca complicado. Un estudio reciente del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) indica que, al ritmo actual, las fuerzas rusas no podrían ocupar completamente la región de Donetsk antes de agosto de 2027.

Las peticiones de Putin

Estas declaraciones llegan después de la reunión que Putin mantuvo en Moscú con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump. Según el Kremlin, Rusia no aceptó varios puntos de la propuesta estadounidense y reiteró la necesidad de que Ucrania retire sus fuerzas del Dombás y “se abstenga de acciones militares”. Putin calificó la negociación de “tarea difícil”, añadiendo que tuvieron que repasar cada punto del plan de paz por separado.

A pesar de ello, el presidente Trump aseguró que la delegación estadounidense había tenido una “reunión muy buena” y que creen que Putin “quiere ver el fin de la guerra”, aunque no se lograron avances tangibles. Los detalles sobre el contenido exacto de las conversaciones continúan siendo limitados, con solo declaraciones generales de funcionarios rusos y ucranianos.

Los representantes ucranianos, incluidos Rustem Umerov y Andrii Hnatov, viajan a Miami para reunirse con funcionarios estadounidenses y revisar los resultados del encuentro de Moscú. El objetivo es obtener información completa sobre las posiciones rusas y entender las presiones que Putin ejerce sobre Ucrania, según explicó el presidente Volodímir Zelenski en su último mensaje nocturno.

Estas nuevas conversaciones se producen solo cuatro días después de otra reunión de alto nivel entre funcionarios estadounidenses y ucranianos que el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, describió como “muy productiva y útil”, con “progreso adicional” en varios puntos. Sin embargo, la combinación de exigencias rusas y la resistencia ucraniana hace que el futuro de las negociaciones continúe siendo incierto.

En este contexto, la comunidad internacional sigue con atención los movimientos de Moscú y Washington, conscientes de que cualquier acuerdo, o su ausencia, tendrá repercusiones importantes para la seguridad y la estabilidad de la región europea.