El senador por Vermont Bernie Sanders ha recortado distancias esta madrugada en Virginia Occidental con su rival demócrata, Hillary Clinton, en la carrera por la presidencia en la Casa Blanca. Sin embargo, continúa lejos de alcanzar a los 2.383 delegados necesarios para alcanzar el nombramiento de manera automática de cara a la convención del partido que se celebrará en julio en Filadelfia. 

En Virginia se jugaban 29 delegados y el senador se los ha llevado casi todos. Se trata de uno de los estados más pobres de los Estados Unidos, que tiene una gran dependencia de la industria minera. Las próximas citas electorales son favorables a Sanders porque los siguientes estados de la ruta, Kentucky y Oregón, también son pobres y de tradición minera.

No obstante, donde tiene más probabilidades de arrancar de cuajo un gran número de delegados será en California, donde se reparten 475 y las encuestas le son favorables.

Trump, sin rival

Después de que la semana pasada sus rivales, Ted Cruz y John Kasick, abandonaran la carrera por la Casa Blanca, esta madrugada el único candidato republicano en activo en la campaña, Donald Trump, ha arrasado en Virginia Occidental y Nebraska. 

Los votantes republicanos podían seguir votando por los exaspirantes, hecho que podía comportar que no ganara, pero aun así el multimillonario se ha llevado a la mayoría de los 34 delegados en juego a Virginia y los 36 de Nebraska. Ahora bien. Cabía  la posibilidad de que Cruz triunfara en Nebraska y entonces se habría reincorporado a la carrera, como había anunciado ayer por la mañana.

El nombramiento de Trump no ha gustado a todas las facciones republicanas y diferentes cargos ya han anunciado que no le darán apoyo en las elecciones de noviembre.