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Vladímir Putin
es presidente de Rusia desde el 2012. Un cargo que también ocupó entre 1999 y el 2008. Entre el 2008 y el 2012 fue primer ministro del país. Muchos críticos del líder ruso dicen que ha llevado el país a un callejón sin salida, pero de otros, los que son más fans, destacan la estabilidad que trajo después de Borís Yeltsin y la manera con que ha plantado cara a occidente. De hecho, bajo el mandato de Yeltsin, Rusia siguió una política de cooperación con la OTAN. Un hecho que cambió ipso facto cuando Putin llegó al poder. Desde entonces ha insistido en que la expansión de la OTAN hacia el este representa una amenaza para su país. Una posición que despierta y ha despertado durante años mucho apoyo entre los rusos, que creen que la OTAN solo existe para combatir las inseguridades que crea su existencia.

Pero no es solo eso. También es parte del juego la manera como Putin se ha ido mostrando durante todos estos años. Tal como señalaba hace unos años el diario británico The Guardian, después del caos, gamberradas, malas palabras en la televisión y borracheras de Yeltsin, el actual líder ruso se ha presentado siempre —o casi siempre— como un hombre fuerte y robusto. Sobre caballos, bañándose en aguas heladas con el torso desnudo, luchando con tigres o en definitiva, mostrándose como un macho alfa.

La popularidad de Putin

Cuando Putin llegó al poder, Rusia estaba saliendo de reformas de mercado de la década de 1990 y una crisis financiera de 1998. El panorama no era demasiado estimulante. Recortó algunos impuestos para beneficiar empresas y renacionalizó algunos sectores clave. No obstante, la capacidad de fabricación no utilizada y el aumento de los precios del petróleo, Rusia como a principal exportadora, ayudó a marcar el comienzo de una era de prosperidad sin precedentes. Una era que todavía resuena en las orejas de los rusos y por la cual Putin alcanzó una gran popularidad. De hecho, el año 2015 disfrutaba de una popularidad superior al 86%, el índice más alto que ha obtenido nunca cualquier líder del Kremlin. Según el portal Statista, este mes de febrero, Putin disfrutaba de una popularidad del 71% de la población. Cerca del 65% de los rusos aprueban la operación militar especial que se está llevando a cabo en Ucrania, según una encuesta reciente y realizada por la empresa estatal VTsIOM.

Statistic: Do you approve of the activities of Vladimir Putin as the president (prime minister) of Russia? | Statista

¿Pero, cómo se sustenta todo? "Pienso que Putin tiene los rusos engañados. Los medios de comunicación oficiales están dando la versión oficial que lo que está pasando es una operación militar especial, no están diciendo que haya ataques sobre civiles. Tiene controladas las redes sociales y ha prohibido Facebook y Twitter casi completamente. Tiene un apoyo bastante amplio en la sociedad", describe el investigador sénior experto en Rusia del Real Instituto Elcano, Andrés Ortega, en conversación con ElNacional.cat. "Hay 11 millones de rusos que tienen familia a Ucrania, y cuando les explican que los están bombardeando, los rusos no se lo creen. Hay un control bastante absoluto en estos momentos. Y más todavía con la ley de censura que se ha aprobado recientemente". Y añade que "la gente que se manifiesta contra la guerra y la invasión son minoría. Es un país grande y se ve que hay pocas personas en las manifestaciones. Tiene controlado el sistema mediático interno".

A pesar de todo, tiene que haber alguna cosa que justifique este apoyo incondicional al líder del Kremlin. "La idea del nacionalismo es una fuente de apoyo y hasta ahora había conseguido que Rusia fuera y volviera a ser un país respetado, que fuera visto como una potencia en Europa y de manera global". "La gente recuerda el desorden de Yeltsin y la caída de la Unión Soviética".

¿De qué vive Rusia?

"Hay que ver Rusia como un país gas estado. Vive del gas y del petróleo, pero no únicamente. También de algunos productos básicos de tecnología. El ruso es un ciudadano que está acostumbrado a la resistencia ante las adversidades. Ha pasado por la revolución, la guerra mundial, el estalinismo y creo que el hecho de que haya habido calma ha jugado a favor de Putin, aunque tampoco, desde el punto de vista económico, se ha modernizado. No se ha digitalizado como han hecho otros países europeos", constata el investigador.

"A Putin le molesta que los países entren en la Unión Europea, —por ejemplo la misma Ucrania, Georgia o Moldavia— no solo militarmente y por seguridad, sino por lo que significa estar dentro de la UE en términos democráticos. A veces no lo tenemos en cuenta. La democracia liberal no es un sistema propio de la historia rusa ni del área soviética", concluye.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin / Mikhail Klimentyev - Efe