La guerra en Ucrania ha tenido un impacto terrible en millones de niños por todo el país. Según datos oficiales de las autoridades ucranianas, 503 niños han muerto y 1.117 han resultado heridos desde que empezó la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022. Más de 1.100 continúan desaparecidos y casi 20.000 han sido desplazados por la fuerza o deportados, y centenares de miles viven en el extranjero como refugiados.

Los fiscales ucranianos dijeron el jueves pasado que el país ha abierto más de 3.000 casos penales por presuntos crímenes cometidos por Rusia contra niños a Ucrania, incluyendo docenas de casos de tortura. Moscú ha negado repetidamente las acusaciones de tortura y de abusos contra los derechos humanos.

UNICEF ha advertido que incluso los niños que están físicamente seguros están sufriendo a causa del conflicto y luchando con problemas de salud mental. Una encuesta de UNICEF encontró que la mayoría de los docentes en Ucrania informaron sobre un deterioro en las habilidades de sus estudiantes.

El defensor del pueblo de la educación de Ucrania, Serguéi Gorbachov, dijo a CNN que el impacto real de la guerra al aprendizaje en el país es difícil de estimar, porque las autoridades ucranianas no tienen información sobre una gran cantidad de niños que viven en áreas bajo ocupación rusa. "Y son precisamente estos niños los cuales no tenemos o casi ningún acceso los que sufren las pérdidas educativas mayores", afirmó.

Estudiar en tiempo de guerra

Según lo que recogen las últimas encuestas, el 57% de los profesores reportaron un deterioro en las capacidades de los estudiantes relacionadas con la lengua ucraniana y el 45% con las matemáticas, y el 52% reportaron una reducción en las capacidades relacionadas con las lenguas extranjeras.

Tal como destacan los datos de escolarización más recientes, en Ucrania solo un tercio de los estudiantes de primaria y secundaria están recibiendo clases completamente presenciales; otro tercio sigue un modelo mixto con clases presenciales y en línea, y el tercio restante lo hacen completamente en línea.

La agencia señala que la educación en línea es una solución a corto plazo, pero no puede sustituir las clases presenciales, esenciales para el desarrollo social y los aprendizajes fundamentales.

Con respecto a los más pequeños, dos tercios de los niños en edad preescolar no están acudiendo a estos centros, situación que se agrava en las áreas a la primera línea del conflicto, donde el 75% de las familias reportan que no envían a sus hijos a los centros preescolares.

La dificultad en estudiar en el país de acogida

Más de la mitad de los niños refugiados en edad escolar no están matriculados a los sistemas nacionales de educación de siete países de acogida, y los más propensos a perder el curso son los que irían a preescolar y secundaria, a causa de los obstáculos por el idioma o la saturación de los sistemas, indica el comunicado.

También ha señalado que los niños refugiados no matriculados en las escuelas locales probablemente están intentando estudiar en línea siguiendo el currículum ucraniano u otras plataformas de aprendizaje a distancia, aunque algunos pueden haber abandonado completamente los estudios. Hay que constatar que también hace falta un periodo de adaptación porque a menudo pueden no hablar el idioma del país de acogida.

¿Qué pasará este año?

El ataque de Rusia contra Ucrania entra en su tercer año académico, casi 4 millones de niños volvieron a las escuelas primarias y secundarias el viernes, según el Ministerio de Educación del país. Según UNICEF, solo en torno a un tercio de los niños matriculados en Ucrania asistirán a clases presenciales este año, y el resto estudiará al menos parcialmente en línea.