Hacía 150 años que no pasaba una cosa así en París, que está en alerta naranja por estado de catástrofe natural, un desastre que podría causar la crecida del río Sena. Francia vive con lluvias torrenciales desde este martes que, de momento, han acabado con la vida de un hombre de 74 años, mientras que en Alemania el temporal ha dejado nueve muertos y tres desaparecidos.

Estas fuertes lluvias han hecho aumentar el nivel del río Sena a más de cinco metros y han obligado a cerrar los museos de Louvre y de Orsay amenazados por los aguaceros por su proximidad a la orilla del río, así como a guardar muchas de las obras en almacenes para que estén fuera de peligro en caso de que se inunden. El transporte fluvial también ha quedado interrumpido junto con una línea del tren regional, pero no por peligro que se inundara, sino por riesgo de que llegara y afectara al sistema de ventilación.

La dirección general de medio ambiente quiso calmar los ánimos de la ciudadanía anunciando que sólo se entraría en alerta roja en caso de que el caudal superara los 7,30 metros, un escenario que no contemplan, pero que en caso de que pasara, ya empezaría a ser peligroso para las personas.

De momento, sin embargo, las previsiones son de que este mediodía el río llegue a su punto álgido, que será de unos seis metros de crecida y, a partir de entonces, las aguas irían descendiendo según las previsiones meteorológicas.