Los ministros de Exteriores de la OTAN han mostrado su acuerdo este viernes para que ningún avión aliado sobrevuele el espacio aéreo de Ucrania ni que entren las tropas, y ha denegado de esta manera la petición de Kyiv de que se imponga una zona de exclusión aérea sobre el país. Una zona de exclusión de este tipo implicaría que la OTAN tendría que actuar si sobrevolara Ucrania algún avión ruso. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha indicado al final de la reunión extraordinaria de los ministros, que la posibilidad de la zona de exclusión aérea se ha mencionado, pero "los aliados han acordado que no deben tener aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en el territorio ucraniano". "No queremos ser parte del conflicto con Rusia en Ucrania", ha añadido Stoltenberg en una rueda de prensa, y ha advertido que si eso pasara podría degenerar en "una guerra total". El exprimer ministro noruego entiende la "desesperación" de los ucranianos ante los ataques rusos, pero ha recordado que la única manera de que la Alianza implementara una zona de exclusión aérea sobre Ucrania sería entrando en su espacio aéreo, lo que podría suponer la guerra en Europa. Ha señalado que, si la OTAN se involucrara directamente, habría "más sufrimiento y más civiles muertos", por lo que los aliados han optado por imponer sanciones económicas en Moscú.


En la reunión ha participado, mediante un mensaje grabado, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, a quien los aliados han expresado su "solidaridad y profundo respeto por el valor del pueblo ucraniano y sus fuerzas armadas". "Lo que sucede en Ucrania es horrible, a una escala no vista desde la Segunda Guerra Mundial", ha aseverado Stoltenberg, que ha pedido al presidente ruso, Vladímir Putin, "que detenga esta guerra inmediatamente, retire todas sus fuerzas de Ucrania sin condiciones y se implique en una verdadera diplomacia". Ha insistido en que es "la peor agresión militar en Europa desde hace décadas, con ciudades asediadas, hospitales y edificios residenciales bombardeados y muchos civiles asesinados o heridos", ha dicho. "Es probable que los días que vienen sean peores", ha alertado.

 

Suecia y Finlandia

 

El secretario general aliado también ha apuntado que la OTAN ha decidido reforzar la coordinación y la información que comparte con Finlandia y Suecia, países que hoy han asistido como invitados a la reunión. Además, los ministros aliados han discutido la necesidad de dar apoyo a otros "socios que puedan estar en riesgo", entre ellos Georgia y Bosnia-Herzegovina. Ha matizado que estos países son muy diferentes entre sí pero que tienen en común, igual que Moldavia, que "Rusia está ejerciendo su poder para intimidarlos". Ha recordado que Rusia ya invadió Georgia, donde sus tropas controlan partes del territorio, y que también están presentes en la Transnístria, en Moldavia, mientras que en Bosnia-Herzegovina "vemos una situación muy frágil e inestable, con retórica inflamatoria y graves peligros para la unidad de este estado". "La agresión de Rusia ha creado una nueva normalidad para nuestra seguridad, donde los principios fundamentales se impugnan mediante el uso de la fuerza. Y nos enfrentamos a la amenaza de un conflicto los próximos años", ha concluido Stoltenberg.